El secretario general de la Presidencia y coordinador del “Operativo Rescate”, José Pampuro, señaló ayer que prevén encontrar “entre 150 y 200 mil personas en estado de necesidad extrema” en Tucumán cuando el lunes varios funcionarios del gobierno nacional desembarquen y se instalen durante una semana en esa provincia junto a un equipo de trabajo formado por 1.500 médicos, asistentes sociales, enfermeras, estudiantes universitarios voluntarios y 400 miembros del Ejército. Aunque ayer el presidente de la Nación, Eduardo Duhalde, negó la posibilidad de intervenir formalmente el territorio gobernado por Julio Miranda, lo cierto es que el operativo llega listo para actuar unilateralmente en la provincia. “Nos sentimos invadidos y realmente preocupados por la incoordinación con la que se está manejando esto porque el equipo se va y la miseria queda”, señaló a Página/12 Juan Mesaguer, titular de la Red de Centros Asistenciales Primarios tucumana.
En tanto, Pampuro prefirió esperar hasta tener un mejor conocimiento de la realidad social tucumana para opinar sobre una posible intervención de Tucumán: “Vamos a tender las redes de contención que están quebradas”, se limitó a decir y agregó que “la Justicia tendrá que actuar” si se comprueba que los fondos nacionales destinados a asistencia social fueron desviados. Aunque las cifras conocidas en los últimos días revelan que la desnutrición infantil no es un problema excluyente de Tucumán, en poco más de una semana diez chicos murieron ahí por esta causa, el gobierno nacional decidió que el “Operativo Rescate” comenzara allí. Luego, “en un futuro próximo”, según anunció ayer Pampuro, el mismo despliegue se trasladará a otras diez provincias.
En cuanto al rol que tendrá el Ejército, los militares tienen previsto llevar a Tucumán un hospital móvil, un camión potabilizador de agua, ambulancias y helicópteros, además de cocinas de campaña, según informaron voceros gubernamentales. Sobre este tema, el presidente Duhalde ya había manifestado anteayer su satisfacción por la decisión de que las Fuerzas Armadas participen en las tareas sociales.
Como inicio del operativo de emergencia, para hoy a las 13 está prevista la salida del primer vuelo para llevar 24 toneladas de alimentos donadas por el gobierno español. En el operativo trabajan los ministerios de Salud, Trabajo, Educación y Desarrollo Social y el Consejo de Políticas Sociales, presidido por la primera dama, Hilda “Chiche” Duhalde, quien viajará el lunes junto a Pampuro y otros funcionarios. “A mí lo que más me preocupa es que de todos los camiones, uno entero sea sólo para la prensa. Porque entonces, o queremos ayudar y trabajamos en conjunto o estamos en campaña”, definió Mesaguer.
Ya a partir del lunes, médicos, asistentes sociales y estudiantes voluntarios comenzarán un minucioso recorrido por el Gran Tucumán, Tafí del Valle y Río Salí, consideradas las zonas más conflictivas. Una vez detectados y atendidos los casos de desnutrición, otro de los objetivos es la inmediata puesta en marcha del censo casa por casa para poder relevar un mapa de la realidad social tucumana.
Cuando los problemas de mayor urgencia sean controlados, para lo que no se establecieron plazos, el Gobierno planea la articulación de redes sociales de ayuda directa y no se descarta que se incremente la cantidad de planes de Jefes y Jefas de Hogar Desocupados para ampliar la asistencia a las familias que están en peor situación. Con respecto a esto, la ministra de Trabajo, Graciela Camaño, admitió ayer haber recibido denuncias por irregularidades en la distribución de esos planes en Tucumán.
En declaraciones radiales, Pampuro admitió que, a través del censo, el Gobierno espera “encontrar entre 150 mil y 200 mil personas en estado de necesidad extrema” y conocer “si los planes nacionales y provinciales han sido efectivos o si ha ocurrido algún tipo de desviación. Y, si eso se comprueba, la Justicia tendrá que actuar”. Bautizado como “Operativo Rescate”, el nombre del programa parece aceptar que llega tarde a una situación ya instalada, por la que en muchos casos los chicos llegan al hospital ya al borde de la muerte o con secuelas irreversibles causadas por el hambre. Las cifras desataron la alarma la semana pasada cuando se conoció la muerte de varios chicos en Tucumán –diez hasta ayer– y revelaron que el panorama no es diferente en el resto del país. Así, en los últimos días se conocieron nuevos casos de desnutrición infantil en las provincias de Jujuy, La Rioja y Río Negro.