Alrededor de 150 familias del barrio 25 de Mayo, del partido bonaerense de Moreno, fueron víctimas de un violento desalojo en el que participaron más de 450 policías. El predio constituido por 15 manzanas fue denominado por los vecinos La Esperanza y forma parte de un asentamiento mayor llamado La Gloria. En esa porción de tierra, ocupada a principios de 2009, las familias del lugar se instalaron y trabajaron en la delimitación de las parcelas y construcción de sus casas. Pero, en la mañana del martes pasado llegó la intimación desde el Juzgado de Paz del distrito, que otorgó hasta las 15 de ese día para de-socupar el lugar. La gente permaneció en sus terrenos, hasta que un operativo policial los obligó a retirarse por la fuerza.

“Entraron a las casitas pateando y rompiendo todo. Algunas fueron incendiadas”, explicó Carlos Maciel, uno de los vecinos del barrio. Además, debido a la resistencia de las familias, que “aguantaban para no perder lo poco que tenían”, los efectivos policiales “golpeaban a la gente” para lograr expulsarlos, denunció el secretario de Derechos Humanos del Suteba de Moreno, Marcelo Luna, que colabora junto con otros gremios, organizaciones sociales y el Obispado de Merlo-Moreno en la asistencia de las familias que quedaron desamparadas.

La Municipalidad de Moreno realizó un censo el jueves pasado para saber las familias que necesitan de un terreno para vivir. Ayer, además, presentó una propuesta. “Envió representantes municipales que informaron a la gente que se había asignado un lugar. Y les dijeron que podían instalarse en el barrio Los Hornos, en Cuartel V, de Moreno. Pero el lugar no tiene agua, luz eléctrica y está casi aislado. El colectivo más cercano pasa a 30 cuadras, la escuela está a 15 y el centro de salud a casi 20”, detalló el sacerdote del barrio, Juan Olivera. Los vecinos rechazaron la propuesta.

Olivera, que trabaja en el asentamiento La Gloria hace 10 años, afirmó que el desalojo “se prolongó durante todo el día con mucha violencia hacia las familias”. Luego del operativo realizado por la policía provincial junto con Gendarmería y la Guardia de Infantería, muchos de los vecinos debieron alojarse en casas vecinas o de familiares. Muy pocos quedaron en el predio cuidando lo que quedaba en pie; y alrededor de 50 familias montaron una carpa en una cancha de fútbol que cedió el club 25 de Mayo. Pero no cuentan con muchos recursos en el descampado.

Al día siguiente del desalojo, “los vecinos realizaron un corte en la ruta 25 a la altura de la entrada del barrio. Luego marcharon hasta el Juzgado de Paz y accedieron a una reunión con el juez a cargo de la causa, Juan Francisco Radrizzani”, que prometió hablar con los dueños del terreno. “Sabemos que las tierras no son nuestras, pero vamos a quedarnos apostados hasta que nos den una solución”, sostuvo Carlos.