SOCIEDAD › POLEMICA POR LA LICITACION DE LOCALES EN LOS BOSQUES DE PALERMO
Los arcos de la eterna discordia
El llamado lo hizo el Estado nacional, pero el gobierno porteño no definió los usos que podrán tener. Los Amigos del Lago se oponen.
Por Eduardo Videla
Una licitación para alquilar espacios públicos en los bosques de Palermo, convocada por el Estado nacional, amenaza con despertar más de un conflicto. Se trata de los arcos ubicados bajo los viaductos de Palermo, en el parque Tres de Febrero, donde han funcionado –y en algunos casos, siguen funcionando– locales comerciales cuestionados por los vecinos, como discotecas o restaurantes. En esos espacios se superponen competencias: son de propiedad de la Nación, pero cualquier actividad que se desarrolle en ellos debe ser habilitada por el gobierno porteño. Los ubicados en los Arcos del Sol, por ejemplo, fueron clausurados en marzo de este año, después de que un joven fuera asesinado a puñaladas en un boliche bailable, pero ahora salen nuevamente a licitación, con destino posible de restaurante o discoteca, según aclara la convocatoria del Organismo Nacional de Administración de Bienes del Estado (Onabe).
Tras el anuncio de la licitación, la Asociación Amigos del Lago de Palermo realizó presentaciones ante el jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, la Procuración General de la Ciudad, la Defensoría del Pueblo de la Nación y la Justicia penal. “Con esta licitación se profundiza la situación de ilegalidad vigente en ese parque”, dijo a este diario Osvaldo Guerrica Echevarría, presidente de los Amigos del Lago, en referencia a los locales del Paseo de la Infanta, que funcionan desde hace años sin habilitación municipal.
Los arcos, ubicados bajo los trazados de los ferrocarriles Mitre y San Martín, son propiedad del Estado nacional. “El objetivo de la licitación es generar ingresos y preservar los espacios de posibles intrusiones”, explicó a este diario un vocero del Onabe. Ocurre que la habilitación de construcciones y comercios las otorga el Gobierno de la Ciudad, y debe hacerlo de acuerdo con lo establecido por el Código de Planeamiento Urbano. El parque Tres de Febrero, según esa norma, es un Distrito Urbanización Parque, por lo que sólo se pueden autorizar allí “obras que complementen y no alteren” el carácter del espacio verde.
Como el Código no establece cuáles son los usos permitidos en ese distrito, los permisos suelen depender de la discrecionalidad de los funcionarios de turno. “Nuestro criterio es preservar el parque como un espacio público”, adelantó a Página/12 el secretario de Medio Ambiente y Planeamiento Urbano, Eduardo Epszteyn. En esa cartera están terminando de elaborar un proyecto de ley que establece con precisión cuáles son los usos para todo el polígono del parque Tres de Febrero. “Sólo se autorizarán actividades complementarias con el parque, como confiterías, heladerías o bicicleterías, por ejemplo. No se permitirán discotecas, porque la gente no va a un parque a bailar”, explicó Epszteyn.
Los Amigos del Lago, en cambio, opinan que bajo los viaductos “no debe haber comercios de ningún tipo y sólo deben autorizarse extensiones de los espacios verdes”. El gobierno porteño, por su parte, sostiene que no autorizar actividades comerciales en estos lugares “incrementaría el riesgo de intrusión”.
Lo cierto es que mientras transcurre el debate, los tiempos de la licitación siguen corriendo: este viernes se abren los sobres con las ofertas, que serán analizadas por una Comisión Evaluadora antes de la adjudicación. Y quienes hagan propuestas económicas lo harán sin que esté claro aún qué tipo de negocio podrán habilitar.
Funcionarios del gobierno porteño se mostraron sorprendidos por el lanzamiento de la licitación, justamente cuando acaba de firmarse un convenio con la Nación para ceder a la ciudad espacios ferroviarios en Barracas y en el denominado Corredor del Oeste.
El llamado del Onabe ofrece el alquiler en block de los seis locales de los Arcos del Sol, con una base de 20.000 pesos mensuales. “Excelente oportunidad. Diez años funcionando”, dice el aviso, aunque los locales están clausurados desde hace nueve meses. La convocatoria incluye tambiéndiez arcos ubicados frente al Planetario, y el edificio de una ex usina, de 800 metros cuadrados para “rubro gastronómico o discoteca”.
Lo que no despertará conflictos con los vecinos es la propuesta para explotar quince arcos ubicados sobre la avenida Juan B. Justo, entre Santa Fe y Paraguay, bajo las vías del ex ferrocarril San Martín, a la altura de la estación Palermo. Esos espacios, abandonados desde hace años, podrían ser aptos para diversos destinos comerciales pues no están dentro de un espacio verde.