Un profesor de música fue asesinado de un balazo en Sarandí, en presencia de dos de sus hijos, por dos hombres que luego se llevaron el coche de la víctima y con él a los niños, luego liberados sanos y salvos. Minutos después, y sin que haya sido utilizado en ningún ilícito, el vehículo fue abandonado cerca de un barrio humilde de Quilmes. “Fue un caso de violencia que llama la atención porque el hombre no se resistió al robo, según dijeron los testigos”, le dijo a Página/12 una fuente policial. De todos modos, el vocero sostuvo que, por el momento, “todos los indicios señalan que se trató de un homicidio en ocasión de robo y que el caso no tuvo ninguna otra connotación”.

La víctima fue Norberto Moletta, de 54 años, concertista de guitarra afiliado a la Unión Docentes de la Provincia de Buenos Aires. Anoche se habían dictado varias órdenes de allanamiento y se tenía “una pista firme” para encontrar a los responsables del hecho. El asalto ocurrió a las 18.30 del domingo en la calle Solier, entre Ortiz y Anatole France, en la localidad de Sarandí.

Junto con Moletta estaban sus hijos de 7 y 9 años. En ese lugar viven la madre de la víctima y una de sus hermanas, Graciela Moletta, quien presenció lo sucedido. “El disparo entró por el brazo, pero le atravesó el tórax y eso le provocó la muerte”, dijo la fuente policial. Mientras los dos ladrones escapaban con el auto, un Renault Sandero Stepway, en el que quedaron los hijos de Moletta, la víctima fue trasladada en el coche de un vecino hasta el hospital Presidente Perón (ex Finochietto), de Avellaneda, donde murió a poco de ingresar.

La esposa del profesor de música, Laura Ramírez, contó que su marido “subió a los nenes al auto, en el asiento de atrás y él no llegó a subir. Ahí aparecen dos hombres caminando, creo que uno de ellos con el arma en la mano”. Según la mujer, el ladrón le dijo “dame el auto” y su marido les contestó: “Bueno, querés el auto y ahí fue el tiro, no lo dejaron terminar de hablar. Lo mataron porque sí”.

El secretario general del gremio docente, Miguel Díaz, dijo que la hermana de Moletta vio todo lo ocurrido. “Estaba en la puerta despidiendo a su hermano y los chicos estaban en el coche, cuando dos jóvenes de 20 o 22 años le pegaron un tiro.” La policía explicó que usaron un revólver calibre 9 milímetros corto. Graciela Moletta contó, a su vez, que al iniciarse el asalto, los dos hombres la intimidaron.

“Mi hermano no se resistió, pero le arrancaron la llave del coche y le dispararon”, dijo la mujer. Los ladrones escaparon con el auto y se llevaron a los dos chicos, a los que dejaron en libertad en Wilde, en avenida Mitre al 6000. Graciela relató que el mayor de los niños, que tiene 9 años, se orientó hasta llegar a la casa de su abuela paterna, que vive en la zona. El nene de 7 es autista.

La policía trabajó ayer en la zona de Villa Itatí, en Quilmes, donde apareció abandonado el auto de la víctima, para tratar de establecer si los autores tienen alguna relación con ese barrio. “Ya tenemos una información que apunta a un sospechoso, pero esta investigación recién comienza”, aclaró una fuente policial.

La hermana de la víctima hizo un dictado de rostro de al menos uno de los asaltantes. Los restos de Moletta estuvieron en la Morgue Judicial de Lomas de Zamora y luego fueron llevados a la sala mortuoria de Sepelios Alvear, en Mitre 1202, donde son velados. El caso es investigado por el fiscal Mario Prieto de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 descentralizada de Avellaneda. “Los chicos vieron cómo mataban a su papá”, repetía ayer la viuda de Moletta.