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Cuba registró la primera vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón, tras probar su efectividad en más de 1000 pacientes sin que se produjeran efectos adversos severos, según informó ayer una autoridad científica de ese país. “Han sido más de 15 años de investigación”, dijo Gisela González, jefa del proyecto de esa vacuna –denominada Cimavax-EFG– cuyo objetivo es convertir el cáncer de pulmón avanzado en una enfermedad crónica controlable.

El registro permite usar la vacuna masivamente en el país, además del millar de pacientes a quienes se les suministró durante las pruebas, mientras que, en forma paralela, “progresa su registro en otras naciones”, apuntó la especialista.

“Una vez que el paciente concluye el tratamiento con radioterapias o quimioterapias y es considerado un paciente terminal sin alternativa terapéutica, en ese momento se le aplica la vacuna, que ayuda a controlar el crecimiento del tumor sin toxicidad asociada, y puede ser utilizada como un tratamiento crónico que aumenta la expectativa y la calidad de vida”, explicó la investigadora.

La vacuna “está basada en una proteína que todos tenemos: el factor de crecimiento epidérmico –agregó González–. Igualmente se evalúa la forma de emplear el principio de esta vacuna en otros tumores sólidos (los de la próstata, útero, mamas), que pueden ser blanco de este tipo de terapias. Existen resultados importantes, pero hay que esperar”, concluyó.