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El 69 por ciento de los pediatras en la Argentina son mujeres. Así lo señalan los resultados preliminares de una encuesta sobre ejercicio profesional realizada de manera conjunta por la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y Unicef. Sin embargo, a pesar de esa “creciente feminización de la pediatría”, especialistas en el tema aseguran que ellas continúan accediendo en menor proporción que ellos a cargos directivos y becas de investigación.

“Si en promedio el trabajo semanal ronda las 47 horas (también según las conclusiones iniciales de la encuesta), y se le suma que la mujer dedica alrededor del 90 por ciento del tiempo libre a los hijos, es lógico que en muchas situaciones esa pediatra se encuentre sobrepasada y no tenga tiempo para capacitación o puestos de mayor responsabilidad”, explicó a Página/12 la neonatóloga y pediatra Alicia Benítez, quien explicó que, de todos modos, hay una tendencia progresiva a que las mujeres accedan a los cargos directivos.

La profesional de la salud señaló, durante su disertación en el Congreso de Pediatría sobre el tema “Género: ¿sólo una cuestión de números?”, que según trabajos anteriores la mayoría de los hombres pediatras “toman las decisiones referidas a su carrera profesional en función de intereses relacionados a su carrera, mientras que las mujeres lo hacen mayormente con relación a las necesidades de sus hijos y de sus parejas”.

El informe de SAP-Unicef que muestra la amplia mayoría femenina en la profesión parte de una investigación, aún no concluida, sobre la situación de los pediatras en la Argentina. Para ello se encuestó a profesionales, afiliados a SAP, de todo el país.

Según Benítez, la “feminización” de la profesión tiene que ver con varios factores, como el “creciente acceso de la mujer a la educación y la vocación genuina”. Sin embargo, “las mujeres, quizá por nuestros estereotipos de género, preferimos cuidar niños o recién nacidos, sobre otras especialidades”, opinó.

Más allá de las causas, la “brecha de género”, evidenciada en el menor acceso a cargos directivos, se basa “en el componente social del reparto de los roles en la crianza” y no en “una forma consciente de discriminación de género”.

Para asegurar una paridad real sería necesario que “se condicionen mejor las circunstancias del trabajo, por ejemplo, con más licencias por maternidad y más ayuda por parte de los hombres en la crianza de nuestros hijos. El desarrollo actual de la sociedad es insostenible con los modelos paternalistas, donde los roles permanecen divididos”, aseguró.

Por su parte, la pediatra Angela Gentile informó durante un debate en torno de la calidad del ejercicio profesional que, según los datos de la encuesta, el 42 por ciento de los pediatras que se encuentran satisfechos con la profesión lo están porque “es lo que les gusta hacer”, es decir, por un sentimiento de vocación. Mientras que la principal causa de descontento con la actividad refiere a la “baja remuneración”, seguido por la “recarga horaria”. El 31 por ciento de los profesionales se encuentra en una relación laboral informal, agregó.

Informe: Rocío Magnani.