Con el mismo argumento que esgrimieron los demás imputados, Héctor “El Topo” Moreyra, presunto “autor intelectual” del crimen de Candela Rodríguez, trató de desvincularse de la imputación que se le hace, afirmando que no conoce al resto de los detenidos. “Hay un estado de sospecha sobre mi defendido, pero él dijo que no tiene relación con el hecho, que no conoce a los demás detenidos y que tampoco conoce ni a la madre ni la conoció a Candela”, declaró ante los periodistas Sergio Doutres, el abogado de Moreyra, quien ayer fue indagado por el fiscal Marcelo Tavolaro. Moreyra, según su abogado, dijo que “no tiene ningún otro conocido que el papá de Candela”, Alfredo Rodríguez, quien declaró en la causa que estaba “enemistado” con Moreyra. A partir de allí, el fiscal Tavolaro, al fundar el pedido de prisión preventiva para otros seis detenidos, estimó que el móvil del crimen fue una venganza contra el padre de Candela, por asuntos de dinero.

El Topo, según dijo Doutres, tampoco conoce al detenido más reciente, Leonardo Jara, supuesto “entregador” de Candela. “Acá no suma ni resta conocer a Jara, pero no lo conoce ni tienen ningún vínculo con él ni con personas que están involucradas”, insistió el defensor de Moreyra. El abogado confirmó, de todos modos, que su representado “seguirá preso a la espera de la resolución de la Fiscalía, para ver si cuenta con elementos como para solicitar su prisión preventiva”.

Los procesados con prisión preventiva son seis, entre ellos Hugo Bermúdez, presunto autor material del crimen. Moreyra fue señalado como informante de la policía y es sospechoso de haber planificado el secuestro de la nena. Todo indicaría que mantiene una vieja disputa con el padre de Candela, preso por robos en la modalidad de “piratería del asfalto”.

Fernando Burlando, abogado de Carola Labrador, la madre de Candela, aseguró ayer ante la prensa que “puede haber más gente detenida” por el caso, dado que ellos buscan “profundizar la investigación de esta banda con otras personas que puedan haber colaborado en lavado de rastros y otras pruebas”. El locuaz abogado tampoco descartó que “personal policial haya intervenido” porque “puede ser que haya participado alguien con un grado de conocimiento mayor que las personas detenidas”.

El abogado de la familia de Candela estimó que “hoy por hoy un 95 por ciento del crimen está esclarecido, y el cinco por ciento son dudas pendientes”. Sobre la detención de Jara, destacó “la actividad policial y de la Fiscalía, que rápidamente dieron con una persona complicada, difícil”. Por su parte, Pablo Carpanetto, defensor oficial de Jara, anunció que su defendido declarará mañana ante la Justicia. Carpanetto reveló que en la causa hay “catorce testigos de identidad reservada” y cuestionó que se hayan tomado decisiones importantes con esos testimonios.

El abogado admitió que su defendido tiene condenas anteriores, una de ellas por “homicidio en ocasión de robo”, pero aseguró que “es absolutamente ajeno (al caso Candela) y no conoce a la mayoría de los imputados”. En un plano más frívolo, refutó informes periodísticos en el sentido de que Jara se parece a un integrante del grupo Los Wachiturros y que por esa razón Candela “se enamoró” de él.

Sergio, el dueño de la casa que alquilaba Jara en José C. Paz, dijo que el ahora detenido se había registrado con otro nombre. Por su parte, la defensa del carpintero Néstor Altamirano, otro de los detenidos, insistió ayer en acusar de “falso testimonio” al testigo de identidad reservada que lo señaló como la persona que le llevaba la comida a Candela durante su cautiverio en la casa de la calle Kiernan, en Villa Tesei. El abogado Matías Morla solicitó que su cliente cumpla prisión domiciliaria, dado que “no soporta más” estar preso en una cárcel.