El conflicto por la venta ambulante tuvo ayer una escalada en la ciudad de Buenos Aires y le dio marco previo a la propuesta que hoy formulará la Defensoría General porteña, después de haber registrado, en un censo, la presencia diaria de casi un millar de trabajadores en la vía pública, sólo en la calle Florida y en la avenida Pueyrredón. Esas dos arterias fueron ayer escenario de movilizaciones y procedimientos policiales. Comerciantes de Florida cortaron la avenida Corrientes, a la altura de esa arteria, para protestar contra la presencia de los denominados “manteros”, mientras que un grupo de éstos se manifestó frente a la Legislatura para pedir la legalización de la actividad. Mientras tanto, la Policía Metropolitana allanó siete depósitos de mercadería en Balvanera y secuestró abundante mercadería que –según fuentes policiales– se destinaba “a la venta clandestina”.

Un grupo de comerciantes de la peatonal Florida cortó ayer, por tercera jornada consecutiva, la avenida Corrientes, para protestar por la presencia de los vendedores ambulantes en la peatonal. Argumentan que, en muchos casos, venden mercaderías que ellos mismos ofrecen en sus negocios, con una diferencia de precio considerable ya que, sostienen, no deben afrontar el costo de alquileres ni impuestos y la mercadería es de dudosa procedencia.

No está claro si los manifestantes son los mismos integrantes de la Federación de Comerciantes de Buenos Aires, que la semana pasada se reunieron con el defensor general adjunto, Andrés Gallardo, quien trabaja desde hace semanas en la búsqueda de una solución al conflicto.

El ex juez porteño se reunirá hoy con el ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, a quien le entregará la propuesta elaborada por la Defensoría. Según pudo saber este diario, la iniciativa consiste en que se permita la permanencia en la peatonal de los artesanos, que elaboran los productos que venden y no compiten con los comerciantes, y se reubique a los otros manteros, a los que se intentará organizar en cooperativas, en una feria.

La protesta duró cerca de una hora. “Vamos a seguir cortando todos los días hasta que nos den una solución”, dijo Héctor López Moreno, de la Asociación de Amigos de la calle Florida. Según dejaron trascender, no quieren que se reubique a los manteros en la Plaza San Martín, como les habría sugerido la Defensoría.

Los artesanos no serían más de 260, sobre un total de casi un millar, de acuerdo con los datos del censo que hoy Gallardo le entregará a Santilli y luego hará públicos en una conferencia de prensa, al mediodía, en el Hotel Bauen.

También hubo cortes de tránsito sobre la avenida Rivadavia, a la altura de Once, después de los allanamientos que se realizaron, a partir de las 8, en los depósitos de Sarmiento 2932, Sarmiento 2937, Rivadavia 2761, Castelli 78 y Bartolomé Mitre 2716. Los comerciantes reclamaban una orden judicial que avalara el operativo. La mercadería secuestrada consistía en anteojos, ropa deportiva, camperas, zapatos, zapatillas, ojotas, juguetes y elementos navideños.

El comisionado de la Policía Metropolitana, Raúl Fernández, informó que los allanamientos se realizaron por orden de la Fiscalía Contravencional y de Faltas Nº 2, a cargo de Verónica Guagnino, quien investiga el ingreso de mercadería ilegal y la venta clandestina en la ciudad de Buenos Aires. Fernández explicó que “se investiga la venta ambulante, que es una contravención” y agregó que se busca “determinar quién es el dueño de la mercadería”. Pasadas las 10.30 se registraron incidentes entre el personal policial y un grupo de comerciantes que intentó impedir que la policía se llevara la mercadería.

Desde la Defensoría sostienen que están preocupados por la situación de los comerciantes, pero también por la de los manteros, que “son explotados por organizaciones que les pagan 40 pesos por día”. Proponen organizarlos en cooperativas y a la vez ejercer un fuerte control sobre la mercadería que comercializan.

Los manteros, a su vez, también se expresaron frente a la Legislatura, en demanda del permiso para vender su mercaderías en esa tradicional peatonal de la ciudad de Buenos Aires. “Los desocupados que utilizamos el espacio público para trabajar tenemos un marco legal que nos regula: la ley 1472, que es el Código de Convivencia, en su artículo 83, que un grupo de legisladores porteños quiere derogar”, dijo Omar Guaraz, un representante de los manteros.