Buzos tácticos hallaron ayer el cadáver de una mujer en la popa del crucero Costa Concordia, que naufragó el 13 de enero ante la isla italiana de Giglio, lo que elevó a 13 el total de muertos en el episodio. El cuerpo estaba en el puente 7 de la nave, en la zona sumergida de popa, y llevaba puesto el chaleco salvavidas, precisó Francesca Maffini, portavoz de Protección Civil en Giglio. Podrían ser los restos de una mujer húngara reclamada como desaparecida sin estar registrada en el crucero. Por ahora son 24 los desaparecidos reconocidos de forma oficial, sin contar a la húngara, pero “a bordo del Costa Concordia quizá viajaban personas que hasta ahora no han sido reclamadas, pero porque son clandestinas”, reconoció Franco Gabrielli, quien lidera los servicios de protección civil de la isla de Giglio, frente a la que encalló el crucero. Ayer, por otro lado, lograron identificar a dos de los doce cuerpos recuperados hasta el momento. Se trata de un español y un italiano que se suman a los ya identificados, cinco hombres y una mujer, de los cuales cuatro son franceses, uno alemán y uno húngaro. El capitán del crucero, Francesco Schettino, acusó a la compañía dueña del barco, Costa Crociere, de haber planeado y ordenado la arriesgada maniobra que provocó el accidente. Fue en declaraciones ante un tribunal y argumentó que la empresa quería que los barcos se acercaran más a la costa para hacerse, de esa forma, más publicidad.