Seis pueblos catamarqueños están aislados desde el viernes pasado por las intensas lluvias que azotan la región y provocaron la crecida del río Abaucán. El intendente de Fiambalá, Amado David Quintar, declaró ayer en emergencia a ese municipio y la dirección de Defensa Civil informó que las localidades de Tatón, Río Grande, La Ciénaga, La Mesada, Aguas Negras y Las Papas permanecen inaccesibles por la crecida. “Las crecidas de los ríos en el oeste provincial no cesan y ponen en riesgo las viviendas ubicadas a la vera del río Abaucán”, advirtieron desde Defensa Civil.

Según Defensa Civil, en esos pueblos no pueden recibir apoyo logístico por tierra, ni de los dos helicópteros disponibles, por la crecida de ríos y lluvia que cae desde el lunes pasado. La situación más urgente ocurre en Tatón, donde anoche era preciso evacuar a la población porque el desborde del río podía afectar las viviendas del lugar. Esta tarea se veía dificultada porque aún no se había terminado un “pasador” sobre el río Abaucán para acceder a ese pueblo desde la localidad de Medanitos.

“Hemos traído alimentos, agua mineral, nylon, medicamentos, ropas, chapas y otros elementos para ser entregado a los pobladores de las poblaciones aisladas”, aseguró ayer el ministro provincial de Desarrollo Social, Oscar Pfeiffer, presente en lugar. Ayer los bomberos de Tinogasta se sumaron a las acciones, junto al personal del Area Programática 10 de Tinogasta, que puso a disposición una ambulancia 4x4.

Los mayores daños materiales se produjeron en los cruces de los ríos Yape, Andalhuala y Ampajango, en Santa María, donde técnicos y equipos de Vialidad Nacional construyen y consolidan desvíos, además de limpiar badenes en los que se acumuló material de arrastre. En la capital provincial fueron evacuadas 46 personas.