A dos años de la muerte de Matías Pena en un calabozo de la comisaría 2ª de Lanús, familiares y amigos lo recordaron con una jornada cultural, que incluyó muestra de fotografías, poesías y música. Denunciaron, una vez más, que no se trató de un suicidio, como sostuvieron sus supuestos custodios, y pidieron que se esclarezca el caso.

Matías Pena, de 29 años y con tres hijos, ingresó el 4 de marzo de 2010 a la comisaría 2ª de Lanús y 40 minutos después de su ingreso el joven apareció ahorcado con su propia remera de una ventana de la celda, según consta en las actas policiales. Curiosamente, Matías medía más de un metro ochenta y el respiradero del que afirman que se colgó estaba a sólo 1,55 metros de altura.

“A Matías lo mató la policía”, sostienen en cada aniversario sus amigos. Según cuentan, el joven tenía mala relación con el padre de su novia, un ex comisario de la Federal.