SOCIEDAD › PIDEN LA RENUNCIA DEL TITULAR DE LA AGC POR PARTICIPAR EN HECHOS DE VIOLENCIA

Funcionario fuera de control

Javier Ibáñez, jefe de los inspectores porteños, admitió su participación, como dirigente de Atlanta, en la pelea con hinchas de Chacarita, el domingo. Dijo que fue en “defensa personal” y que Macri lo “apoyó fuertemente”.

Javier Ibáñez, cinto en mano, en su pelea con un hincha de Chacarita, el domingo.

“Es una contradicción que la misma persona que recibe informes sobre las situaciones irregulares que se viven en una cancha de fútbol sea quien genera violencia”, dijo ayer la defensora adjunta del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Graciela Muñiz, quien pidió la renuncia del titular de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) porteña, Javier Ibáñez, por “ser uno de los participantes activos en la pelea entre barras del pasado domingo entre hinchas de Chacarita y Atlanta”. El propio Ibáñez admitió que estuvo involucrado en la pelea, en una entrevista radial: dijo que fue “a hablar con Mauricio (Macri) para darle las explicaciones” de lo ocurrido y aseguró que el jefe de gobierno entendió el hecho “como una defensa personal”.

En su edición del miércoles, Página/12 publicó imágenes que comprometen a Ibáñez con esos episodios de violencia. Una foto publicada por Crónica lo muestra enarbolando un cinto –sacado segundos antes de su propio pantalón– para enfrentar a un hincha de Chacarita que se acerca en actitud amenazante con un listón de madera. La escena ocurre en la tribuna semivacía donde un grupo de dirigentes y simpatizantes del club –Ibáñez es vocal de la institución de Villa Crespo–, poco después del partido en que Chacarita y Atlanta empataron 1 a 1. La tribuna estaba casi vacía porque los partidos del Nacional B se juegan sin público visitante.

Pero esa actitud de Ibáñez, que en la foto puede parecer defensiva, se modifica cuando se ve el video publicado en la dirección web http://www.youtube.com/watch?v=4mPLLyNOEbk, donde aparece corriendo al agresor por la tribuna, hasta que el perseguido cae, con madera y todo, y entonces es golpeado por el perseguidor.

“Es inaudito que la persona que está a cargo de la unidad que debe controlar la seguridad en los eventos deportivos que se desarrollan en la Ciudad de Buenos Aires sea uno de los que haya participado de la pelea que todos pudimos ver por televisión”, afirmó Muñiz. En rigor, la Agencia Gubernamental de Control es la encargada de habilitar los estadios de la Ciudad de Buenos Aires antes de que se juegue cada partido de fútbol. “Muchas veces escuchamos al jefe de gobierno prometer que no toleraría ninguna falta grave de sus funcionarios, así que éste es el momento de poner en práctica su prédica”, sentenció Muñiz.

Por su parte, el diputado Julio Raffo (Proyecto Sur) consideró que “Ibáñez debe dar explicaciones, disculparse y sentir vergüenza” por haber participado en esos enfrentamientos. “No está a la altura de la dignidad del cargo que ocupa como responsable del ejercicio del poder de policía en materia de habilitación, seguridad e higiene de establecimientos públicos y privados, y de obras civiles, que aparezca repartiendo golpes con un cinturón.”

El propio Ibáñez, en diálogo con periodistas de radio La Red, argumentó que actuó de esa manera en defensa personal, y dijo que Macri lo entendió de esa manera. “La situación a la que nos llevan estos hechos de violencia es extrema, fue descomunal. Uno va a ver un partido y de repente nos vimos en una situación de caos total, era una zona liberada, los hinchas de Chacarita nos empezaron a rodear y a golpear”, explicó el funcionario.

“Para mí fue una emboscada”, argumentó el funcionario. “El escenario no me lo imaginaba, una invitación de dirigentes a dirigentes, no hay dos hinchadas, no me imaginaba que iba a terminar en hechos de violencia”, agregó.

Ibáñez contó al aire que fue “a hablar con Mauricio para darle explicaciones y a decirle que no me gustaba involucrarlo a él en esa situación”. “Macri sabe el trabajo que estoy haciendo en la agencia. Soy un ingeniero que trabajó en Techint, no soy una persona violenta”, se defendió. “Macri me apoyó fuertemente, ponderó mi trabajo”, dijo, aunque no quedó claro si el jefe de gobierno se refería a su gestión en la AGC o a su desempeño en la tribuna. “El lo entiende como una defensa personal”, concluyó.

El funcionario es hijo de Lucio Ibáñez, dirigente de Atlanta en la época en que el club quebró. Cuando asumió en la AGC, Javier Ibáñez nombró a su padre como asesor. Lo tuvo que apartar del cargo después de que esa designación fuera cuestionada por legisladores, en una audiencia en la que se interpelaba a Ibáñez por el desempeño de su área en el caso del derrumbe de la calle Bartolomé Mitre al 1200. Su área también quedó bajo la lupa judicial cuando se descubrió una trama de tráfico de influencias y pagos para la habilitación de boliches y para evitar inspecciones molestas. El escándalo derivó en la renuncia de su secretaria, Vanesa Berkowski.

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