SOCIEDAD › POR EL CRIMEN DEL CHICO GASTON, DE MIRAMAR, LIBERARON A JULIAN RAMON

El caso quedó sin hipótesis

Ramón, novio de la hermana de Gastón, el chiquito asesinado en Miramar, fue liberado por falta de mérito, pero seguirá siendo investigado. Sus huellas digitales sobre el televisor no revelaban que hubiera levantado el aparato, sino que lo había girado por visión.

Julián Ramón, el único detenido por el crimen del niño Gastón Bustamante en Miramar, fue excarcelado ayer por “falta de mérito”, aunque seguirá siendo investigado por la Justicia. Su abogado, Alejandro Borawski, recordó que la principal prueba en contra del cuñado de Gastón eran las huellas digitales que había dejado en el televisor de la casa, presuntamente para cambiarlo de lugar y simular un intento de robo. “La Cámara de Apelaciones de Mar del Plata aseguró que las huellas no son compatibles con las de agarrar un televisor para trasladarlo o levantarlo sino más con las que quedan al girar el ángulo de visión”, dijo el letrado. Por su parte, Ramón comentó: “Ahora voy a tratar de reconstruir de a poco lo que era mi vida, en lo único que pienso es en eso”. Ayer, su novia y hermana de Gastón fue aceptada como “particular damnificada”.

Por el asesinato del niño de 12 años, cometido el 21 de noviembre en la casa de los Bustamante, primero fueron demorados dos albañiles y liberados de inmediato por el fiscal Rodolfo Moure. “No habrá detenciones por presión de la gente”, había dicho entonces el fiscal, luego de que la Municipalidad fuera atacada por un grupo de vecinos que reclamaba justicia. El 6 de diciembre, Moure ordenó detener a Ramón, de 24 años, a quien acusó de robar 5 mil pesos, que la familia Bustamante planeaba depositar en un banco, y asesinar a Gastón para eliminar testigos.

Las huellas sobre el televisor fueron determinantes; sin embargo, ayer el defensor de Ramón señaló que esas huellas “pertenecen a los dedos índice y medio de la mano derecha, y anular, medio e índice de la mano izquierda, sin ninguna palma y sin pulgar, lo que hace imposible que haya levantado el televisor”. Además, el peritaje estableció que eran “de fecha próxima” al crimen: un día antes, Ramón había estado allí porque era el cumpleaños de Gastón. En su acusación, el fiscal también tuvo en cuenta el interés de Ramón por la investigación, ya que iba todos los días a la Delegación de Investigación de Mar del Plata y a la fiscalía a preguntar por el caso.

“La novia le pedía que fuera a preguntar porque él es estudiante de Derecho y entre el 22 de noviembre y el 1º de diciembre concurrió diez veces a la comisaría. No parece mucho ir casi una vez al día si mataron a alguien cercano”, consideró ayer Borawski, quien había pedido la excarcelación ante los camaristas Esteban Viñas y Marcelo Riquert. Ramón fue liberado bajo caución juratoria “por la escasez probatoria”, dijo el joven, tras firmar un acta ante la jueza de Garantías, Rosa Frende, en los Tribunales marplatenses.

El novio de Rocío Bustamante insistió ayer en que dormía en el momento del asesinato. “Espero que encuentren al culpable lo más rápido posible, para que este martirio se termine”, dijo Ramón. Luego señaló su “impotencia” por los tres meses que pasó con prisión domiciliaria en la casa de un amigo de su padre, en Mar del Plata. “No sé si hay o no se conocieron públicamente otras líneas investigativas. Si no hay, me preocupa; pero creo que debe haber”, agregó.

“Mi intención es reacomodarme y volver a mi lugar de trabajo. Mis empleadores fueron un gran pilar, no sólo para la fortaleza mía sino también la de mi familia”, dijo Ramón. El joven trabaja como instructor en un centro de formación profesional dando cursos de Derecho, y los fines de semana en el rubro gastronómico. Según relató a Página/12 su padre, hace pocos días Ramón preparó una materia y fue autorizado a rendir libre por la Justicia. “Aprobó, por suerte. Lo acompañó mi señora y la materia era Derecho penal... parece una broma del destino”, dijo Miguel Ramón.

Por orden judicial, Ramón no pudo ver ni comunicarse con su novia, quien acaba de ser aceptada como particular damnificada y podrá aportar pruebas y pedir que se investigue a otras personas. Esta joven de 19 años ya no vive con sus padres y, a diferencia de éstos, siempre creyó en la inocencia de su novio, con quien se reencontraría en las próximas horas. Mientras tanto, el fiscal, quien ayer evitó hablar con la prensa, busca otras líneas en una investigación compleja. “Hubo 32 personas en la escena del crimen antes de que llegara la policía científica”, observó una fuente judicial.

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Julián Ramón había sido acusado por el fiscal a instancias del olfato de los Bonaerenses.
Imagen: Télam
 
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