SOCIEDAD › SOLEDAD ACUÑA DEJO SIN VIANDAS A CIEN CHICOS DE LA CALLE Y CERRARIA DOS CENTROS
El Ministerio de Educación porteño, que conduce Esteban Bullrich, argumenta que les saca las viandas a los chicos porque ya comieron en otro lado. Sesenta chicos se quedarían sin un programa de inclusión educativa.
› Por Eduardo Videla
El Ministerio de Educación porteño les anunció ayer a los docentes del programa Puentes Escolares, al que concurren chicos en situación de calle, que a fines de este mes cerrará dos de las siete sedes en que funciona ese programa, a los cuales asisten unos sesenta niños y adolescentes. Lo denunciaron docentes y trabajadores sociales que trabajan en el plan, quienes serían trasladados a otras sedes. Los centros que cerrarían funcionan en la Mutual Sentimiento, junto a la estación Federico Lacroze, y en la Multisectorial de San Cristóbal, en ese barrio. El propio ministerio admitió, ante una consulta de Página/12, que “se está trabajando en dirigir el servicio (de Puentes Escolares) a aquellas zonas de la Ciudad donde se concentra la mayor cantidad de chicos en situación de calle: Microcentro, Retiro, Constitución y Once”. Como primer paso, a los chicos de esos centros les habían suspendido los refrigerios.
La medida se conoce después del anunciado cierre o “fusión” de 221 cursos en escuelas públicas primarias y secundarias. Lo que llama la atención es que esta medida la tome Soledad Acuña, la subsecretaria de Inclusión Educativa, quien excluiría del sistema educativo a unos sesenta chicos en situación de vulnerabilidad que hoy asisten a esos dos centros educativos. “Los chicos que asisten al Taller Escolar de Chacarita, que con mucho esfuerzo están logrando insertarse en el sistema educativo, difícilmente vayan hasta Once o a Retiro”, evaluó Paula Piñeiro, docente y delegada del programa Puentes Escolares. “Esta bien que refuercen las zonas más vulnerables, como Retiro, pero ¿no tienen presupuesto para crear un equipo de cuatro docentes y no desarmar un trabajo de años?”, agregó.
Los docentes del programa recibieron la noticia del inminente cierre de las sedes cuando ya había finalizado la conferencia de prensa en la que legisladores de la oposición y dirigentes de UTE-Ctera denunciaron que el Ministerio de Educación porteño había suspendido las viandas y refrigerios a unos cien chicos en situación de calle que asisten a tres de las siete sedes del programa Puentes Escolares. Nada casual, uno de los centros es el de Chacarita; otro, el de San Cristóbal, y el tercero, el Centro de Apoyo Posprimario ubicado en Perú 482, en San Telmo.
El propio ministerio confirmó a Página/12 la suspensión del servicio de viandas y argumentó que obedece a que “los beneficiarios de los tres centros, según los mapeos sociales de la ciudad, reciben alimentación en centros comunitarios o se alimentan en sus casas”. Los docentes, enterados de esa respuesta, se preguntaron, con una dosis de ironía, si el ministerio “estaría intentando prevenir problemas de obesidad”. Las viandas en cuestión constan de un sandwich de fiambre, una fruta y una barra de cereal.
El legislador Francisco “Tito” Nenna advirtió en la conferencia de prensa que “la suspensión del servicio de viandas podría ser la antesala del cierre de esos centros” educativos. La presunción luego se convirtió en realidad. “El PRO subsidia escuelas privadas con aranceles que rondan los dos mil pesos, pero recorta el presupuesto para los programas educativos de Inclusión Escolar”, denunció, tras presentar un pedido de informes al Poder Ejecutivo para que dé explicaciones sobre el caso.
En la conferencia de prensa participaron además el secretario general de UTE-Ctera, Eduardo López, y los diputados María Elena Naddeo, Delia Bisutti, Laura García Tuñón, María José Lubertino, Virginia González Gass y Edgardo Form. Naddeo sostuvo que los recortes del Ministerio de Educación “son medidas eficientistas que recuerdan el ajuste de los ’90”. “Lo grave es que Soledad Acuña no entiende que son chicos con problemas de nutrición”, dijo a este diario.
Por su parte, López anunció que hoy, en los actos por el 24 de marzo en las escuelas porteñas, “UTE hará un banderazo para reclamar por los cursos cerrados y el recorte de viandas”.
El programa Puentes Escolares funciona en la ciudad desde hace diez años. Creado en plena crisis de 2001, su objetivo principal es “propiciar el encuentro, la revinculación socioeducativa de niños y jóvenes que habitan en la calle, entendida como un espacio de recepción abierto, que implica riesgos para la salud física, psíquica y la vulneración de derechos”, según explica el libro publicado en 2011 por el propio Ministerio.
Los chicos que asisten a los centros reciben apoyo de un equipo de maestros, trabajadores sociales y psicólogos, que propician su revinculación con la escuela, los ayudan a realizar tareas y organizan talleres de plástica, teatro o de actividades físicas, entre otros. “También se los acompaña para tramitar documentos, para ir a un centro de salud. Y cuando terminan la primaria, se los vincula con bachilleratos populares, para que puedan seguir estudiando”, dice Paula Piñeiro.
La sede de Chacarita que el Ministerio de Educación habría decidido cerrar a fin de mes funciona en la Mutual Sentimiento, Federico Lacroze 4181. La de San Cristóbal tiene como sede la Multisectorial de Vecinos de ese barrio, en la calle Prudan 1365. Los docentes serían trasladados a otros destinos.
“Escupen a la calle a chicos que han elegido rescatarse del abandono y del paco”, dijo, indignado, uno de los docentes del programa.
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