Una mujer con un embarazo de veintidós semanas se encontraba ayer internada en grave estado después de haber sido baleada cuando llegaba en auto, junto a su pareja, a su casa de la localidad de Ciudad Evita, en el partido de La Matanza. Los investigadores procuran determinar si el móvil del ataque fue un intento de robo u otra razón, ya que los asaltantes atacaron a la pareja pero no se llevaron objetos de valor. Por el momento no descartan ninguna otra hipótesis.

La víctima es María Guarachi, de 37 años, quien ayer a la tarde permanecía alojada y con “pronóstico reservado” en la sala de terapia intensiva del Hospital Diego Paroissien, de ese partido del oeste del Conurbano.

“La paciente ingresó el viernes con una herida de arma de fuego a nivel del tórax del lado derecho. Entró en grave estado, en un shock hemodinámico, por lo cual hubo que operarla de urgencia”, informó ayer el médico Moisés Tau, jefe de guardia del Paroissien. De acuerdo con el parte médico, “tanto el estado del bebé como de la mujer son muy delicados”, por lo que “todavía no están fuera de peligro”.

César Romero, hijo de la pareja de Guarachi, César Eduardo Romero (49), confirmó que la mujer “está grave” y que deben esperar las próximas 72 horas para ver cómo evoluciona su estado de salud. El joven también contó que los médicos que la intervinieron quirúrgicamente le “extrajeron una bala del pulmón”.

“Ellos (por Romero padre y Guarachi) venían de cenar, mi viejo estacionó el auto para abrir el portón y no le dieron tiempo a bajarse que ya les dispararon”, relató Romero hijo, que indicó que los asaltantes se movilizaban en dos vehículos.

El joven señaló que en ese momento, su padre atinó “como defensa, a poner el auto marcha atrás pero de atrás otro auto lo volvió a chocar”. Luego de una maniobra –siempre según el relato del hijo–, Romero padre logró escapar y “a las dos cuadras se vuelve a cruzar con ellos y vuelven a reaccionar a los disparos”, y ahí se dio cuenta de que “María tenía un tiro en el cuerpo”.

“Gracias a que María se le tiró encima, él (por Romero padre) no recibió disparos y se ve en el auto que todos los impactos son a la altura del chofer”, destacó el hijo del automovilista.

Por su parte, Andrea, otra familiar de la pareja, dijo que el segundo ataque a tiros se produjo cerca de la sala de primeros auxilios hacia donde Romero padre quería dirigirse y no descartó que los delincuentes, al momento de cruzarse nuevamente con las víctimas, hayan “interpretado que él los quiso seguir”.

Los familiares recordaron que tras el segundo tiroteo, Romero padre, quien tiene una distribuidora de gaseosas en Ciudad Evita, llevó a Guarachi hacia la sala de primeros auxilios, donde la mujer fue derivada luego al Hospital Paroissien.

El hecho ocurrió la noche del viernes, cuando Guarachi regresaba junto a su pareja, a bordo del Audi A4 del hombre, a su casa, la 123 del barrio Democracia de Ciudad Evita, ubicada sobre la colectora de la autopista Ricchieri. En la puerta de la vivienda, al menos cinco hombres a bordo de un Peugeot un 407 y otro 307, ambos de color gris, interceptaron a la pareja.

Los asaltantes efectuaron disparos con armas calibre 9 milímetros, 45 y 12/70 hacia el Audi A4 que recibió al menos ocho impactos de bala en el parabrisas. Tras los primeros disparos, Romero padre huyó pero a las pocas cuadras los delincuentes los atacaron a tiros nuevamente. Uno de los balazos que atravesó el parabrisas del Audi fue el que impactó en la zona toráxica de Guarachi, a la altura del pulmón derecho.

Los asaltantes escaparon sin robar nada. Los investigadores solicitaron a la municipalidad las imágenes de la cámaras de seguridad instaladas en la vía pública para ver si el hecho quedó registrado.

“Les disparan sin mediar palabra”, señaló ayer a la prensa el superintendente Hugo Matzkin, jefe de la policía bonaerense. “Por testimonios que están en la causa, había un auto esperándolos” a Romero y Guarachi. “Desde ya que cada una de las líneas investigativas las vamos a profundizar acorde a toda la información que se pueda recopilar en la causa. No vamos a descartar ninguna hipótesis”, afirmó el jefe policial.

El hecho es investigado por el personal de la comisaría de Ciudad Evita y el fiscal José Luis Longobardi, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 del Departamento Judicial La Matanza.