Los vecinos de Sinclair al 3000 seguían esta mañana sin poder volver a sus casas por la rotura de un caño maestro de gas. El caso, producido el viernes a las 21, es otro de obras sin control debido. En la esquina de Cerviño se excavan los cimientos de una torre con cocheras y en la noche de lluvias fuertes cedieron los muros del pozo, lo que rompió el caño. El derrumbe fue amplio y afectó hasta a los árboles de la vereda, que se cayeron para adentro de la excavación. No hubo heridos por la hora y por la tormenta, con lo que casi no había transeúntes y nadie trabajaba en el lugar. Los vecinos contaron que “no dejan entrar, sólo podemos pasar para sacar ropa, cosas personales. A mí me dejaron entrar porque soy encargado y la gente del edificio me llama para ver si pueden volver y yo les digo que no, que no se sabe nada”. Los bomberos, personal de emergencias del gobierno porteño y de la empresa Metrogas siguen trabajando de a poco, tratando de emparchar la instalación y de restaurar el servicio de gas en la zona. Los vecinos se quejaban furiosos por la situación y denunciaron el descontrol de la obra. “Hace seis meses que estamos con este problema, a toda hora estaban los camiones, no tenían horario, hacían lo que querían, no había ningún tipo de control, hasta que tanto los denunciamos que vino el patrullero varias veces”, dijo una de las propietarias del edificio ubicado frente al derrumbe, que no quiso dar su nombre. “Nos quejamos al gobierno porteño porque esto era una locura y además no se puede hacer un edificio tan grande, de cinco subsuelos y 23 pisos, en una zona tan complicada como ésta”.