”Esto me da asco.” Por escribir eso a la salida de una muestra sobre Eva Perón, pero sin haberlo firmado, un alumno de 5º año de un secundario cordobés podría ser sancionado por las autoridades escolares. El chico había dejado el mensaje en el libro de visitas de la muestra itinerante Homenaje a Evita en imágenes. Al regresar al colegio, sus compañeros lo comentaron a los docentes, quienes, junto con las autoridades, resolvieron aplicarle diez amonestaciones. El padre del alumno, quien dio a conocer el episodio, se mostró disconforme con la decisión porque su hijo “expresó lo que sentía”. Hoy al mediodía, la directora de la escuela y los padres del chico se reunirán por tercera vez, tras lo cual podría haber una decisión firme al respecto.

El episodio sucedió el 8 de agosto, cuando el 5º año del Instituto Provincial de Enseñanza Media Nº 16 “Diego de Rojas” recorrió la muestra itinerante sobre Eva Perón, que durante agosto permaneció en Villa General Belgrano. Luego, los alumnos procedieron a dejar opiniones en el libro de visitas. Adriana Freytes, directora del IPEM, contó a este diario que entonces el alumno “pone ‘esto me da asco. Anónimo’. Si se hubiera identificado, sería su opinión”. Eso “generó el enojo de sus compañeros, que se lo dijeron a un profesor. A ellos les molestó esa actitud anónima”, Antes de dejar el lugar, “los chicos piden borrar eso porque quedaba mal la institución. Los profesores autorizan a borrar eso. Nadie se hacía cargo, se habló de sanciones. Cuando ya habían vuelto a la escuela, dialogando, se sabe quién era”. Fue entonces, señaló Freytes, cuando se decidió la sanción disciplinaria, aunque todavía no se aplicó.

En las semanas que siguieron, se sucedieron dos reuniones con los padres. Ayer, en declaraciones a una radio cordobesa, el padre del chico afirmó que las sanciones no caben porque su hijo “expresó lo que sentía”. “Varios alumnos pusieron su sensación, él expresa que la muestra le dio asco; inmediatamente cuando vuelven a la escuela, en la clase, reconoce haberlo firmado y le dicen que había sido una falta de respeto, que había quedado mal el colegio, que no se podía expresar de esa forma y que le iban a poner amonestaciones.” Su hijo, añadió, “es un buen alumno”, algo que la propia directora Freytes señaló en diálogo con Página/12.

Sin embargo, mientras que el padre insiste en que las sanciones no corresponden, la directora defiende la decisión disciplinaria, que “es una sanción como cualquier otra”. “Es una sanción educativa, no expulsiva ni de otra característica”, advirtió.

Consultados por este diario, especialistas en educación coincidieron en señalar que las sanciones, en lugar de tener un efecto pedagógico, podrían enmascarar el corazón del problema. Ex rector del Colegio Nacional de La Plata, el senador que preside la Comisión de Educación de la Cámara en la Legislatura bonaerense, Gustavo Oliva, evaluó que “la sanción nunca es un sistema que corrija per se. El educador tiene que seguir siendo educador”. Por ello, “en este caso hay que hacer mucha docencia: mucho trabajo docente, mucho trabajo cívico y explicar bien, por ejemplo, cuál fue la figura de Eva. Todo lo que pasó con ella, la desaparición del cadáver, la historia tan traumática de Eva Perón. Es decir, es necesario educar con más política”.

Todavía hoy, razonó Oliva, “para muchos sectores la política sigue siendo como una ciencia oculta. Aquí lo que pasa es que sancionamos la actitud del chico, pero no hablamos del fondo de la cuestión. Tenemos que naturalizar la conversación política, el trabajo político y la formación política”.

En un caso similar al planteado en Córdoba, “pero con la salvedad de que no conozco detalles”, Néstor Abramovich, director del Colegio de la Ciudad, reflexionó que “evitaría la sanción y aprovecharía la oportunidad para generar discusión con los chicos, con los docentes”. “La sanción, aquí, clausura” esa posibilidad de diálogo, cuando lo sucedido podría “ser disparador de una reflexión”. Por ejemplo, “sería bueno plantear el caso de las pintadas ‘viva el cáncer’, dar información, ver qué les genera a los chicos. A lo mejor esto tiene una cosa reactiva con el peronismo. Tal vez, como con muchas actividades de escuelas, a los chicos les cuesta separarlas de la realidad política actual. Ningún chico escribiría ‘me da asco’ en una muestra de Sarmiento o Facundo Quiroga. Acá hay atravesamiento de la política, y es interesante instalar esa discusión”.