Unos 70 adultos mayores, algunos de ellos pacientes oncológicos, del Hospital César Milstein (ex Francés), dependiente de PAMI, realizan dos veces por semana clases de actividad física y charlas grupales en la iglesia Santa Cruz –ubicada a pocos metros del centro de salud, en el barrio porteño de San Cristóbal– como modo de protestar por el cierre de la Unidad de Medicina del Deporte (UMD), ocurrido en julio pasado. En tanto, fuentes de PAMI aseguraron a Página/12 que “el reclamo no tiene entidad” y advirtieron que el organismo “no dará respuesta a un conflicto que en el Hospital Milstein no existe”. “La denominada ‘Unidad de Medicina del Deporte’ no existe en la estructura de este organismo y las actividades de prevención y promoción en la salud ya las realizan 400 mil afiliados en otras sedes, mediante los centros de jubilados”, agregaron las fuentes.

El Francés había sido expropiado (tras declararse en quiebra) el 18 de julio de 2007 (Ley 26.272) y otorgado al PAMI con el objeto de “construir un hospital modelo y de excelencia en la atención del adulto mayor”. Alejandro Mantero, psicólogo y coordinador de la UMD, dijo a este diario que “la actual decisión va en sentido opuesto a ese espíritu”. “La UMD es un espacio interdisciplinario modelo en prevención y promoción de la salud, reconocido por su originalidad y excelencia en el país”, agregó.

Sus pacientes lo llaman un espacio de “resurrección”, dado el impacto en el mejoramiento de la calidad de vida. Los grupos de actividad física y de reflexión se desarrollaban en el Milstein desde hacía cinco años. Allí, todos los martes y viernes, los pacientes realizaban sus actividades asistidos por profesionales médicos, psicólogos y profesores de educación física preparados para las diferentes patologías.

“En julio pasado, autoridades del hospital cerraron este espacio, aduciendo cuestiones económicas y administrativas, y el grupo decidió mudarse a una iglesia cercana para continuar con sus actividades”, explicó Mantero.

Con una base aeróbica –a través del baile–, los autodenominados “Abuelos del Francés” trabajan la resistencia, la fuerza articular y la elongación muscular. Estas prácticas les permiten mejorar el sistema cardiovascular, la estructura ósea y la postura corporal. “La idea es que las actividades que los pacientes realizan aquí las puedan reproducir en sus casas, para mejorar su calidad de vida”, dijo a este diario María de los Angeles Sangermano, licenciada en Educación Física, coordinadora del grupo y ex trabajadora del Milstein.

Los profesionales del Milstein denuncian además el “desmantelamiento” de los servicios de Oftalmología y Psicopatología, que ya “no están dando turnos”, según indicaron. Además advierten el despido de unos 27 profesionales en todo el hospital, entre los que se cuenta el propio Mantero.

Consultados por Página/12, desde el PAMI sostuvieron que “en el Milstein no hubo profesionales despedidos, porque todos son por contrato”, y además señalaron que “el reclamo de los profesionales tal vez se deba a que hay contratos que simplemente llegan hasta su fin y no se renuevan”.

En el PAMI agregaron que “los servicios de Oftalmología y Psicopatología siguen funcionando normalmente; si hay alguna modificación, los cambios se programan, pero el afiliado de ningún modo queda sin asistencia”. En este sentido, aclararon desde el organismo que “estos dos servicios no requieren de un plantel amplio de profesionales, porque no tienen tanta demanda en adultos mayores, como otras áreas de atención como lo son clínica médica y cardiología”.

Además, las mismas fuentes explicaron que “el hospital no tiene cápita de afiliados, entonces no hay perjuicio para ellos”.

Informe: Sabrina Améndola.