Una testigo de identidad reservada confirmó ayer que María de los Angeles Verón estuvo cautiva en un prostíbulo de La Rioja hace diez años. La mujer declaró al reanudarse en Tucumán el juicio por el secuestro y desaparición de la joven, en 2002, por una red de trata de personas. “Un día me metí en una habitación y hablamos con Marita de nuestros hijos. Tenía los ojos brillosos y dilatados, como si hubiera consumido algo”, contó la mujer. El prostíbulo se llamaba El Desafío y estaba regenteado por José Fernando “Chenga” Gómez, imputado en la causa.