Apareció muerto en Olavarría un adolescente que había desaparecido el domingo a la madrugada tras salir de un boliche bailable en esa ciudad: el cadáver de Cristopher Jonathan Stramessi, de 17 años, fue encontrado en un arroyo, en una zona concurrida y que ya había sido rastrillada. Según familiares, el adolescente se habría retirado de un local bailable, junto a un amigo, tras una pelea con otras personas en el interior. El amigo, también menor de edad, estaba anoche demorado en la fiscalía, al igual que otras dos personas, una de ellas un custodio del local, que sería también policía. Por ese motivo, vecinos y familiares del joven apedrearon anoche la comisaría del lugar.

A las tres de la tarde del domingo, Ezequiel, amigo de Cristopher, fue a la casa de éste a preguntar por él. Así la familia se enteró de la desaparición, ya que hasta entonces creían que el chico se había quedado a dormir en lo de su amigo. A las 15.30 hicieron la denuncia. El adolescente fue buscado en vano hasta que, ayer a las 18, su cadáver apareció en el arroyo Tapalqué, en su cruce con la calle Neuquén, en el centro de Olavarría, a seis cuadras del local de la Sociedad de Fomento y a dos de la comisaría. El lugar había sido rastrillado por personal policial, incluyendo buzos tácticos. Cristopher estaba vestido con la ropa con la que había salido a bailar el sábado: jean, camisa, campera. La policía científica, en una camioneta que decía “Escena del crimen”, llegó alrededor de las 20, cuando ya numerosas personas habían estado en el lugar y ya se había retirado el cuerpo.

El hermano mayor de Cristopher dudó de que la muerte se hubiera producido allí mismo: “La policía rastrilló dos veces el lugar y apareció ahora de repente”. En cambio, César Stramessi, el padre de Jonathan, contó que “tenía las manos todas blancas y arrugadas, se ve que estuvo bajo el agua. Los policías me explicaron que hay lugares donde el cuerpo podía haber ido bien abajo y los buzos no alcanzaron a tocar, y después empezó a flotar”.

Según reconstruyó el padre, “nos dijeron que hubo una pelea adentro de Fomento. A él lo habían dejado entrar siendo menor y le vendieron bebidas alcohólicas. Después, cuando vieron que la cosa se había puesto pesada, lo largaron afuera. Adentro había más amigos, pero del baile salió solo con Ezequiel”. En cuanto a los culpables, “tengo idea, pero no daré nombres –dijo César Stramessi–. Creo que el amigo (Ezequiel) sabe pero no sé por qué no habla”.

Efectivos de la DDI de Azul efectuaron allanamientos en los que se habría encontrado ropa ensangrentada, que será sometida a pericias. Interviene la fiscal Viviana Beytía, a cargo de la UFI Nº 10. Ezequiel estaba anoche demorado y había dos demorados más. Uno de ellos es un custodio del boliche Fomento, que sería a su vez policía. Había un tercer demorado, del que no se dieron más datos.