SOCIEDAD
› DOS FISCALES PIDIERON QUE SE INVESTIGARA A BAYER
Un medicamento a la justicia
Dos fiscales federales presentaron ayer una denuncia ante la Justicia para que se investigara al laboratorio subsidiario de Bayer, Cutter Biological, y a “todos quienes hayan sido responsables” de que en la década del ‘80 se haya vendido en la Argentina un producto coagulante para pacientes hemofílicos con alto riesgo de contagiar el virus del sida. “Quizás, ojalá, la difusión de esta investigación ayude a que las familias de las personas afectadas por esto denuncien sus casos”, señaló a Página/12 el fiscal Eduardo Freiler, promotor de la denuncia junto a Federico Delgado, y agregó que “el pedido es que se investigue especialmente a los responsables locales, entre ellos la ANMAT, entidad que tiene a su cargo el control de medicamentos en el país”.
Los fiscales hicieron la presentación en base a los datos revelados por la investigación del diario estadounidense The New York Times el jueves pasado, luego ampliados aquí. Según informó ese matutino, entre 1984 y 1985, Cutter Biological envió a la Argentina y a varios países de Asia una versión del concentrado de Factor VIII que en Europa y Estados Unidos había sido reemplazado por uno mejor, en el que el plasma usado como materia prima era previamente procesado para inactivar el VIH.
La denuncia, que ayer recayó en el juzgado de Rodolfo Canicoba Corral, señala que “pese a las evidencias” del riesgo de ese medicamento conocido como Koate, la Argentina “continuó siendo un pasivo consumidor de la versión original casi hasta el mes de setiembre de 1985, habiendo comprado unas 300 mil unidades del medicamento en cuestión”. El escrito presentado por Freiler y Delgado agrega que “de los 1500 pacientes hemofílicos que se registraban para esa época en el país, 211 (el 17 por ciento) habrían contraído sida y de ellos 120 murieron a causa de la enfermedad”.
El pedido de investigación apunta especialmente contra la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica), la entidad que debería haber controlado la distribución de la vieja versión del Koate en el país, y solicita “delimitar responsabilidades entre quienes otorgaron certificado de autorización y venta ya sea para su importación o fabricación”. Tal como le dijo la semana pasada a Página/12, el actual subdirector del organismo, Héctor De Leone, aunque no se lo habría aplicado desde 1985, “el Koate del laboratorio Cutter estuvo aprobado en los registros del ANMAT hasta el 26 de junio de 1990”.
Freiler y Delgado también exigieron que se solicite al juzgado a cargo de Mariano Bergés una causa iniciada en 1991 por los padres de una joven de 22 años que murió por VIH en 1989, luego de haberse contagiado el virus de su novio hemofílico. Esa causa, en la que tres médicos habían sido procesados por contagio doloso y luego sobreseídos, “podría ser utilizada como antecedente para otras”, explicó Freiler.