SOCIEDAD
› LA POLICIA LIBERO A UN ESTUDIANTE SECUESTRADO
Un cautiverio de 29 horas
“Creí que no contaba el cuento”, dijo Ezequiel Triglia, estudiante de Ingeniería de 22 años, cuando todo había terminado. El chico, secuestrado el lunes por la noche al llegar a su casa de Villa Bosch, fue liberado ayer, cerca de las 4 de la madrugada, por la policía bonaerense, en una casa de la localidad de Garín, partido de Escobar, tras 29 horas de cautiverio. El dato que permitió encontrar al chico lo habría aportado un remisero –quien habría trasladado a secuestradores y secuestrado desde una casilla de la Villa Hidalgo, en el partido de San Martín, hasta el lugar donde fue liberado– y no soportó guardarse la información. En el momento del rescate, el encargado de cuidar a Ezequiel intentó suicidarse con un disparo en la cabeza y fue internado en grave estado en el Hospital de Escobar. En la villa de Garín fueron detenidas otras seis personas, entre ellas, un menor de edad, en tanto otro de los integrantes de la banda fue capturado en San Martín.
“Cuando me trasladaron de un lugar a otro, todo vendado y con las manos atadas, me hice la cabeza de que me iban a matar”, señaló Triglia luego de ser liberado. Se refería al mismo viaje, desde la casa de Villa Hidalgo hasta Escobar, que permitió su libertad.
Triglia es estudiante de Ingeniería Electrónica en la Universidad Tecnológica Nacional. Había sido secuestrado el lunes por la noche, cuando regresaba de la facultad, en la puerta de su casa de Villa Bosch, donde fue interceptado por un auto en el que iban al menos tres hombres. Luego, los secuestradores se comunicaron cuatro veces con su familia para exigir un rescate de entre 40 y 45 mil pesos, cifra que los Triglia no tenían ni estaban en condiciones de conseguir. “Me eligieron mal, porque mi familia no tiene nada para que le saquen”, concluyó el estudiante. Así lo consideró también el ministro de Seguridad bonaerense, Juan Pablo Cafiero, quien explicó que se trató de uno de “estos secuestros que se hacen al voleo, por el rostro, por la apariencia, y después se transforman en extorsivos porque le sacan información a la víctima”.
En uno de los cuatro llamados –todos realizados desde teléfonos públicos del Talar de Pacheco y Boulogne, y siempre por la misma persona hablando “con tonada paraguaya”, según la policía–, los secuestradores aconsejaron a la familia Triglia que si no tenía el dinero llevaran su auto al Casino del Tigre, lo empeñaran y se llevaran el efectivo.
Apenas 40 minutos después del secuestro, al recibir el primer llamado, los familiares de Ezequiel hicieron la denuncia y la DDI de San Martín comenzó a intervenir en el caso. Con la resolución exitosa del secuestro, Cafiero remarcó la importancia de que las familias víctimas de estos delitos confíen en la policía. En el mismo sentido, el jefe de la Brigada Antisecuestros, Angel Casafús, señaló que en el caso del chico secuestrado hace nueve días en Luján, Ignacio Laffont, “la familia no radicó la denuncia y la policía está actuando de oficio, lo que dificulta el trabajo porque no se tiene acceso a un montón de información importante”.
Triglia fue encontrado en una vivienda de la villa “Cri-Cri”, de Garín, ubicada en Francia y España, donde fueron detenidas seis personas, tres de las cuales estarían directamente involucradas en el rapto. Allí, uno de los presuntos delincuentes intentó suicidarse cuando ingresó la policía y fue internado en estado delicado en el Hospital de Escobar.
“Tuve miedo de que me maten. Me decían que habían matado a otras personas, que habían estado en el caso del hermano de Riquelme, y demás. Creí que no contaba el cuento”, admitió Ezequiel, antes de volver a su casa.