Jue 14.03.2013

SOCIEDAD  › LA POLICIA METROPOLITANA REPRIMIO A LOS JOVENES QUE OCUPABAN LA PLAZA SECA DEL SAN MARTIN

Desalojo a balazos en el Centro Cultural

Tres personas resultaron heridas con balas de plomo y cuatro fueron detenidas. El gobierno porteño resolvió así un conflicto que lleva casi siete años. Dirigentes de la oposición y manifestantes repudiaron la represión.

La Policía Metropolitana reprimió y desalojó el martes a la noche a los ocupantes de la plaza seca del Centro Cultural San Martín, con balas de goma y presuntamente de plomo, que provocaron heridas a 16 personas. Los agentes detuvieron a cuatro manifestantes y vallaron la plaza seca, mientras que cuatro personas quedaron aisladas en la Sala Alberdi, que sigue tomada, en el sexto piso del edificio. Por la tarde hubo una masiva movilización desde el Obelisco al Teatro San Martín y desde allí a la Casa de Cultura del gobierno porteño.

El violento desalojo fue un nuevo capítulo del conflicto que mantienen un grupo de artistas y docentes con el Ministerio de Cultura porteño por el uso de la sala desde 2006. El espacio está tomado desde 2010, y en enero de este año, cuando Cultura decidió cerrar el centro, los manifestantes decidieron además acampar en la puerta, sobre la calle Sarmiento.

La tensión fue creciendo hasta el martes, cuando la Metropolitana, en un amplio despliegue, procedió al vallado del lugar, por orden de la fiscal Claudia Barcia. Cerca de las 22, cuando los ocupantes de la Sala Alberdi se disponían a dialogar con el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, y el subjefe de la Policía Metropolitana, Ricardo Pedace, un supuesto manifestante, a quien los integrantes de la toma calificaron de infiltrado, arrojó un bomba molotov. Se inició entonces la represión policial.

Según Nicolás González, uno de los integrantes de la toma, los efectivos empezaron a repartir balazos y tiros. “A los tres que hirieron con balas de plomo les tiraron en la zona de la pelvis y las piernas mientras que los otros 13 heridos con balas de goma recibieron los impactos en torsos y rostros”, denunció. La Red Nacional de Medios Alternativos informó que “de los heridos, dos son integrantes de la red mientras realizaban la cobertura periodística, entre ellos, Esteban Ruffa, fotógrafo de la agencia ANRed”. Otro es un trabajador del Centro Cultural de la Cooperación. Ambulancias del SAME los trasladaron al hospital Argerich y al Durand, donde los médicos confirmaron que se trataba de balas de plomo.

Cuando empezaron las corridas, los ocupantes se dividieron en dos grupos: unos fueron hacia Corrientes y Paraná y otros a Callao y Sarmiento. Luego todos confluyeron en el primer lugar, donde se alinearon y formaron un escudo humano y ahí los dispersaron con chorros de agua desde un carro hidrante. Después de reencontrarse en el Obelisco terminaron nuevamente frente al Teatro San Martín, donde hicieron una asamblea a las 3 de la mañana.

En cuanto a las cuatro personas que quedaron en el interior de la sala tomada, González señaló que “siguen adentro, sin comida ni agua”, ya que ellos les pasaban las provisiones a través de una soga desde el acampe. “No dejaron que los abogados les entraran comida”, dijo. En tanto, desde el Ministerio de Cultura porteño dijeron que “la gestión puso un dispenser de agua y se filma cada vez que se cambia el bidón”.

Ayer, los integrantes de la toma se volvieron a reunir en el Obelisco y marcharon por avenida Corrientes junto a agrupaciones de izquierda hacia el Centro Cultural. Entre los presentes, la gran mayoría eran jóvenes estudiantes y algunos adultos que cantaban “Dale alegría a mi corazón, vamos a llenar de ratis el paredón”.

Una vez que llegaron a Paraná y Corrientes, los manifestantes se alinearon y desplegaron una bandera con la frase “No al desalojo de la Sala Alberdi” y avanzaron hasta quedar de espaldas a los efectivos de la Metropolitana que resguardaban la entrada del San Martín. En ese entonces empezaron los silbidos y cánticos del estilo de “Macri, basura, vos sos la dictadura” y “No estamos todos, faltan los presos”.

El legislador porteño Alejandro Bodart (MST), presente en el lugar, consideró como “una barbaridad el operativo que se hizo cuando lo que se pide es que se mantenga un servicio que se brindaba a la comunidad. Lo que quiere Macri es privatizar el teatro porque tiene una visión etilista de la cultura”. Luego de los discursos, los manifestantes emprendieron camino hacia la Casa de Cultura.

Informe: María Julieta Rumi.

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