La desaparición de un bebé, arrancado de los brazos de sus padres, que duermen, desamparados, en una vereda transitada de la ciudad, se parece más a una historia fantástica, a un sueño de terror, que a un hecho real. Sin embargo, ocurrió en Buenos Aires, hace seis días, y ahora los padres esperan que aparezca algún testigo capaz de aportar un dato que ayude a encontrar a su hijo. Jesús Emanuel, de siete meses, se convirtió en el caso número 580 que acumulan Red Solidaria y Missing Children Argentina, en tres años y medio de búsqueda de chicos perdidos. De 82 de ellos se ha perdido todo rastro.
Jesús Emanuel desapareció el miércoles pasado, a la madrugada. Hacía apenas dos días que su casa era la vereda de la calle Lima, casi esquina Belgrano, porque sus padres habían sido desalojados de la pensión donde vivían. Ella, Sonia Spinoza, tiene 24 años, es uruguaya, pero vive desde hace años en la Argentina. El, Walter Torres, de 31, trabajó hasta hace poco de lavacopas en un bar del centro. Poco después de que él perdió el empleo, fueron a parar a la calle, con un bolso de ropa, el sonajero y la mamadera del bebé.
El martes a la noche hacía calor en la calle y les costó dormirse: se acostaron a la medianoche pero conciliaron el sueño recién a las tres. “Me desperté a las cuatro y media, y el bebé no estaba”, le contó Sonia, esa misma mañana, al comisario de la seccional 4ª. También recordó, ante el oficial, que unas horas antes, a eso de las 20, dos mujeres habían pasado por el lugar y una de ellas les preguntó si el bebé era de ellos. La consulta hubiera pasado inadvertida de no ser por lo que ocurrió después.
La búsqueda policial, hasta ahora, no dio resultados. Por eso, la pareja recurrió a la Red Solidaria y a Missing Children, que ayer repartió en la zona de Lima y Belgrano –barrio de Monserrat– volantes con la imagen de Jesús Emanuel. “Esperamos que ocurra el milagro de que alguien rompa el silencio, aunque sea en forma anónima, que aporte un dato de algo que vio en el lugar, o de alguna familia que apareció de pronto con un bebé que no tenía”, dijo a Página/12 Juan Carr, de la Red Solidaria. Para eso, se habilitó el teléfono 4761-7994 o la dirección de e mail urgenteARROBAmillic.com.ar
La desesperación de la madre le hizo identificar, en la foto que publicó un diario después del hecho, a la misma mujer que le había preguntado por su bebé, ahora con un niño en brazos. “La mujer participaba de una movilización, que ocurrió el mismo día en que fue robado el bebé. El fiscal Marcelo Ruilópez mandó a pedir una copia de esa foto a la editorial”, dijo a este diario la directora de Missing Children Argentina, Susan Prilick.
La historia de Jesús Emanuel es similar a la de otros 580 que desaparecieron de su hogar. La diferencia principal es que la mayoría son chicos que se pierden o adolescentes fugados de su casa, y muchos, tarde o temprano, aparecen. “De los casos que registramos desde hace tres años y medio, once chicos aparecieron sin vida y 82 aún siguen siendo buscados”, dijo Juan Carr.
Los padres, ahora alojados en un hotel contratado por el gobierno porteño, en Floresta, están convencidos de que el bebé fue robado por alguien que tiene la intención de criarlo como propio. Un caso muy parecido al de la beba de un mes y medio, hija de una mujer boliviana robada en la maternidad Sardá.