“Andá tranquila, yo te la cuido”, le dijo una mujer a Silvia Pérez Villavicencio, boliviana e indocumentada, que había llevado a su pequeña Edith a la maternidad Sardá, en Parque de los Patricios. La desconocida se esfumó para siempre, junto con la niña, y desde hace más de tres años nadie ha podido encontrarlas.
Ocurrió el 16 de setiembre de 1998, y fue uno de los casos más conmovedores de robos de niños, esos que muchas veces se mezclan con la leyenda y el mito ciudadano. Hubo marchas de la comunidad boliviana, pedidos de intervención diplomática, pesquisa policial y la búsqueda solidaria de Missing Children, hasta ahora,