Jueves, 11 de diciembre de 2014 | Hoy
SOCIEDAD › BARREDA DEBE EXPLICAR A LA JUSTICIA LAS DIFICULTADES CON SU ACTUAL ESPOSA
El odontólogo condenado por la muerte de cuatro mujeres de su familia debe contarles a los jueces cuáles son y a qué gravedad llegan las dificultades con su actual pareja. El fin de esa relación puede suponer su regreso a prisión. También declarará la mujer.
El odontólogo Ricardo Barreda, en libertad condicional luego de haber sido condenado a prisión perpetua por haber asesinado a cuatro mujeres integrantes de su familia, volvió ayer a ser noticia. La novedad es que fue citado a concurrir hoy a la Cámara del Crimen de La Plata, para explicar ante los jueces cuáles son y a qué nivel de gravedad llegan los “problemas de convivencia” que él mismo admite tener con su actual pareja, la maestra Berta André. Más allá de la inquietud que genera el tema, teniendo en cuenta la historia del odontólogo, la posibilidad de una ruptura del vínculo con su actual mujer abre un serio interrogante sobre si Barreda va a seguir libre o no. Esto se debe a que, al otorgársele la libertad, Berta André asumió la responsabilidad de darle un hogar, albergándolo en su casa, un requisito indispensable para todo aquel que aspire a obtener el beneficio de la condicional.
Ayer, el morbo que siempre genera la figura de Barreda hizo que algunos periodistas hicieran guardia frente a la vivienda del barrio porteño de Belgrano donde vive la pareja, para que hablara sobre sus “problemas de convivencia”. Barreda fue sorprendido por una cronista de TN que intentó entrevistarlo, pero el odontólogo no respondió a ninguna de las consultas. Sólo devolvió preguntas (“¿Cómo sabés?”, cuando le pidieron que confirmara la audiencia judicial de hoy) o con frases cortas y cortantes: “Dejame pasar”, “Sacá (el micrófono)” o “Correte”.
Barreda, de 78 años, fue condenado por haber asesinado a escopetazos, en 1992, a su esposa, a su suegra y a sus dos hijas. La noticia que se conoció ayer es que, a pedido suyo, los jueces de la Cámara del Crimen lo citaron para que explique a qué nivel llegan los “problemas de convivencia” que dice tener. Lo que se sabe es que Barreda deberá presentarse ante los jueces de la Sala I de la Cámara, Raúl Dalto y María Oyhamburu, para explicar qué es lo que está pasando en su relación con Berta André, quien será entrevistada con posterioridad.
Al parecer, los problemas se vienen dando desde el mes de abril, según lo hizo saber a los jueces el propio Barreda. Se especula que lo hizo para evitar que André fuera la primera en dar a conocer la crisis, lo que podría operar en contra de él, dados sus antecedentes. El odontólogo podría perder la libertad condicional si su actual mujer denunciara algún hecho de violencia o simplemente si se disolviera el vínculo, dado que Barreda se quedaría sin vivienda fija.
Además de lo que declare hoy Barreda ante los jueces, los integrantes de la Sala I tienen en su poder el informe del gabinete psicológico que en forma permanente indaga sobre la psiquis del odontólogo. De acuerdo con lo que se supo en medios judiciales, Barreda habría manifestado que Berta tiene “problemas de salud”, en apariencia “neurológicos”, que habrían originado la crisis conyugal, siempre según su versión. Un tema que habría influenciado negativamente en la pareja serían los problemas económicos, dado que Barreda cobra una jubilación mínima de 2500 pesos y está inhibido de disponer de los bienes que compartía con la mujer a la que asesinó en 1992.
El 28 de noviembre pasado la Justicia declaró a Barreda “indigno”, en su reclamo por la sucesión de los bienes familiares que compartía con sus víctimas. El Juzgado Civil y Comercial 17 de La Plata explicó que la “exclusión de herencia” es por “una causal objetiva de indignidad” prevista en el artículo 3291 del Código Civil. El patrimonio en litigio incluye la casona de 48, entre 11 y 12, de La Plata, escenario del cuádruple crimen, dos autos, una moto, una casa en Mar del Plata y un terreno en la provincia de Buenos Aires.
El artículo 3291 del Código Civil dice que “son incapaces de suceder como indignos los condenados en juicio por delito o intento de homicidio contra la persona de cuya sucesión se trate, o de su cónyuge, o contra sus descendientes”. Se aclara que esa situación de incapacidad “no puede ser cubierta, ni por gracia acordada al criminal, ni por la prescripción de la pena”. Esto supone que la única vivienda con la que Barreda puede contar es con la de su actual pareja.
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