El restaurante El Palacio de la Papa Frita, un emblemático local gastronómico porteño que funciona desde 1952 en el centro de la Ciudad de Buenos Aires, está a punto de ser desalojado por un conflicto entre socios, aunque sus trabajadores resisten el cierre. El local, situado en avenida Corrientes al 1600, corre riesgo de desaparecer, aunque el desalojo no se concretaría, “por la repercusión mediática que tuvo el hecho”, dijo el representante del socio Miguel Paz Ceminara, quien es el dueño del local y habría decidido venderlo, aunque Ricardo Maidana –el socio mayoritario– se opone. Los trabajadores repartieron papas fritas a los transeúntes para lograr apoyo.