SOCIEDAD
› MATAN AL BOLETERO EN UNA ESTACION
Un asesinato salvaje
Un boletero de la estación de trenes de Monte Grande fue hallado muerto ayer en su puesto de trabajo. Tenía una bolsa plástica en la cabeza, una birome clavada en el cuello y los testículos quemados. El puesto de atención al público fue incendiado por el agresor, aunque la destrucción fue sólo parcial. Los voceros de la empresa concesionaria descartaron la hipótesis de robo porque en el lugar encontraron la recaudación intacta y hasta la billetera de la víctima.
El empleado asesinado fue identificado como Hernán Maximiliano Pérez, de 26 años, casado, quien trabajaba para la empresa Transportes Metropolitanos desde hacía siete años, en el horario de 22 a 5. El cadáver fue hallado cerca de las 3, cuando efectivos de Gendarmería Nacional, que hacen tareas de vigilancia en la estación, vieron salir humo por debajo de la puerta de la boletería.
Cuando intentaron entrar detectaron que la puerta estaba cerrada y, como sólo puede abrirse con llave o desde adentro, optaron por romper una ventanilla, por la cual accedieron. En un baño ubicado detrás de la boletería los gendarmes encontraron el cadáver de Pérez, que tenía una bolsa de residuos –con basura– en su cabeza, una birome clavada en el cuello y los testículos quemados.
Las primeras pericias realizadas determinaron que el empleado había sido brutalmente golpeado en la cabeza: tenía fracturado el cráneo. Tras cometer el ataque, el agresor inició un incendio en la boletería, con la intención de borrar rastros, y escapó sin ser visto.
Al llegar al lugar, la policía y el fiscal de turno de Lomas de Zamora, Juan José González, determinaron que la recaudación estaba intacta. Por este motivo, se descartó que el motivo del ataque haya sido el robo. En cambio, el hecho de que al joven le hayan quemado los testículos es para los investigadores una señal de que el crimen puede estar relacionado con motivos pasionales, aunque no se descarta que se haya tratado de una venganza por otros motivos. Los investigadores creen que quien mató a Pérez es un conocido, ya que no se detectó violencia en el ingreso a la boletería, donde sólo se puede entrar si se cuenta con una llave o si se abre la puerta desde adentro.