El corte de dos cables de alta tensión de 132 mil kilovatios que afectó a vecinos de Barrio Norte, Palermo y Recoleta no tiene un antecedente semejante. El coordinador de Servicios Públicos del Ministerio de Planificación Federal, Marcelo Montero, le dijo ayer a Página/12: “Tuvimos problemas de este tipo en el pasado, pero ninguno de esta magnitud, al menos durante la gestión del ministro Julio De Vido”. Profesionales especializados en controles de obras que se realizan en la ciudad definieron lo que pasó como “una burrada total”. “Se trabaja como en el juego del gallito ciego, sin planos adecuados o la información suficiente que documente lo que puede hacer una cuadrilla tras otra en un mismo lugar”, consideró la arquitecta Eva Lilian Rodríguez. En todos los casos, responsabilizaron al gobierno porteño por lo que sucedió en Figueroa Alcorta al 2100, casi frente al Parque Thays y la Facultad de Derecho.

La compañía Ibercom Multicom, contratada para instalar fibra óptica por la multinacional Telmex, del magnate mexicano Carlos Slim, fue la que provocó la interrupción del servicio a casi 100 mil usuarios el martes pasado. En su página web difunde que “más de 50 mil kilómetros de fibra óptica, con ingeniería, obras civiles, canalizaciones, tendidos y mediciones en zonas urbanas e interurbanas... acreditan nuestra eficaz gestión empresaria”. Ahora, su presidente, Ernesto Omar Barbieri y los demás integrantes de su directorio, deberán dar explicaciones en la Justicia tras la denuncia que presentó ayer el subsecretario de Legal y Técnica del Ministerio de Planificación, Rafael Llorens.

Montero le señaló a este diario que, como toda prueba documental, “Telmex nos mostró el día que empezó el apagón un cartel con el número de habilitación, que es lo único que tenemos”. La arquitecta Rodríguez aportó un contexto del hecho: “El gobierno porteño tiene una deuda pendiente con todos los profesionales que trabajamos en el ámbito público y privado y es que no sabemos en forma fehaciente qué corre por debajo de la ciudad. No hay planos, o están desactualizados, son obsoletos. Viene una cuadrilla que rompe el suelo o se usa una tuneladora y lo que dejan dista mucho de lo que nos dice un plano. Le podría mencionar una infinidad de problemas que vivimos en el pasado con pérdidas de gas o de electricidad”.

Para el ingeniero Edgardo Castro, que denunció la falta de controles que anticipó la tragedia de Iron Mountain, donde murieron diez servidores públicos, lo que sucedió el martes “fue una burrada total por donde se lo mire. Las empresas y el gobierno porteño son responsables por igual y el estado lo es porque habilitó la obra en la vía pública. No se puede hacer un túnel como se hizo, aun cuando no haya nada en el lugar. Y es que no cortaron un cañito de luz, cortaron más de cien mil kilovatios”.

Castro, por su experiencia como inspector de la Subsecretaría de Trabajo de la ciudad y perito privado, dijo que “se debe solicitar la habilitación de la obra y contar con los planos de gas, agua y electricidad. Telmex tendría que haberlo hecho y eso incluye todo lo que corre bajo tierra: subterráneos, cañerías pluviales y cloacales, cualquier elemento que podría ser perforado por una tuneladora, como sucedió. Otro problema es la tercerización indiscriminada de las obras, sobre eso no hay controles”.

Ibercom Multicom no sólo hace trabajos para Telmex. En su cartera de clientes figuran Movistar, Edenor, Edesur, Autopistas Urbanas, Telefónica, Electroingeniería y hasta la Policía Federal, según informa en su página web. La empresa de tendido y empalme de fibra óptica, denunciada en el juzgado federal de Luis Rodríguez, tiene su sede en Lautaro 1633, del barrio de Flores y un depósito en Zuviría 1861. Según un banco de datos comerciales arrojó ventas netas en su último ejercicio por casi 81 millones de pesos y ganancias por unos 3.362.000 pesos a septiembre de 2014.

La envergadura de Telmex es incomparable con su tercerizada. Slim, el segundo hombre más rico del planeta y dueño de la multinacional que consiguió la obra que provocó el gigantesco apagón, propuso ayer una nueva receta para bajar el desempleo: la combinación de una reducción en la jornada laboral a tres días por semana y retrasar la edad de la jubilación a los 75 años. Dinero le sobra para pagar los juicios que deberá afrontar por el estrago que causó la máquina que contrató su compañía. Según un reporte del sitio web mexicano El Economista, anunció en febrero pasado inversiones en Argentina “por 2650 millones de dólares para los próximos cinco años y sólo en el 2014 envió 641 millones de dólares a Buenos Aires” para hacerse con distintos permisos de explotación en telecomunicaciones.

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