SOCIEDAD
Del modelo “latino verticalista” al “anglosajón” más democrático
El jefe de la Federal graficó así los cambios que quiere en la fuerza. Prados, que habló en la Cumbre Internacional sobre Seguridad Ciudadana, también habló de suprimir discriminaciones y evitar la violencia.
Al exponer en la Cumbre Internacional sobre Seguridad Ciudadana, el jefe de la Policía Federal, comisario general Eduardo Prados, planteó la necesidad de cambiar la actual estructura de “policía latina verticalista” para ir avanzando hacia un modelo anglosajón. La idea deslizada por Prados sería la de una policía que vaya pasando “de las propuestas reactivas”, en la represión del delito consumado, a “las propuestas proactivas”, es decir de prevención. Prados dijo que las prioridades que se imponen para cambiar la imagen de la fuerza pasan por “suprimir las discriminaciones de todo signo” con el objetivo de “evitar la violencia” y poder ir avanzando hacia “la resolución pacífica de los conflictos”.
Prados expuso su visión acerca de lo que debería ser la Federal en el futuro durante la “cumbre” realizada en los salones del Departamento Central de la fuerza. El jefe policial recorrió, en su exposición, los orígenes, características, ventajas y desventajas del modelo latino y de su contraparte anglosajona. Concluyó que “las crisis recurrentes de los sistemas de seguridad obligan a modificar el servicio policial, ajustando el rol a las demandas y reclamos sociales, o de la opinión pública, a partir de ciertos objetivos y métodos preseleccionados”.
Dijo que los cambios que impulsa su gestión, bajo directivas del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, buscan convertir a la Federal en “una policía ciudadana”. “A partir del mapa del delito cada jurisdicción debe establecer un plan estratégico y un sistema de evaluación mensual o semanal de resultados y corrección de objetivos.”
Prados resaltó que la policía debe guiar su gestión “aplicando recursos con criterios de transparencia y máximo rendimiento”. En ese sentido propuso “un firme control del desempeño profesional por medio de mecanismos de autodepuración y selección” a través de “un organismo específico de máximo nivel e independencia centralizado en Asuntos Internos”. A eso se sumarán “las denuncias del público, la prensa, el Ministerio Público, la Justicia u otros organismos descentralizados o no gubernamentales”.
Uno de los aspectos claves será dejar el verticalismo propio de la institución para pasar a una “conducción personalizada y horizontal” y a una “transversalidad e informalidad en la comunicación”. En ese punto las prioridades serán “suprimir las discriminaciones de todo signo” y “evitar la violencia” para, como contrapartida, avanzar hacia la “resolución pacífica de conflictos”. Prados sugirió que los policías deben “trabajar en y con el vecindario para resolver problemas relacionados con el crimen, el miedo al crimen, los desórdenes sociales y el deterioro del barrio”.
Lo prioritario, según Prados, es “identificar los problemas” para poder pasar “de las propuestas reactivas (con el delito consumado) a las propuestas proactivas (de prevención)”. Uno de los requerimientos centrales será el de buscar “soluciones a los problemas e intereses del barrio”, lo que determina que “la población y la policía exploren métodos de abordaje consensuados” para lograr los objetivos que se buscan.
Prados dijo que los policías “deben evitar el aislamiento que produce patrullar en vehículos, para mantener un contacto diario, directo y personal con los vecinos en una zona de ronda bien definida, favoreciendo el conocimiento recíproco”. En igual sentido, exhortó a “superar la apatía de ciudadanos y de policías, evitando la resistencia al cambio y cualquier impulso de justicia por mano propia”.
El jefe de la Federal afirmó que se debe “depositar confianza en los policías que trabajan en la calle, en su criterio, conocimiento del lugar y sus características y en su creatividad para aportar soluciones posibles a las causas de la inseguridad”.