EL PAíS › HOY CULMINA EL CALENDARIO CON CUATRO ELECCIONES PROVINCIALES
Entre Ríos cierra hasta con balazos
Jorge Busti disputa hoy con el radical Sergio Varisco, seguidos de cerca por el peronista rebelde Martínez Garbino. La campaña tuvo acusaciones muy violentas, peleas, tiros y hasta más de un incendio intencional.
Por Felipe Yapur
Desde Paraná, Entre Ríos
Tiros, peleas, amenazas, golpizas y hasta incendios intencionales. De todo tuvo la campaña electoral de la última contienda política del año. Es que nada está dicho en los comicios por la gobernación que hoy el justicialista Jorge Busti disputará con el radical Sergio Varisco y, atrás pero no muy lejos, el peronista rebelde Emilio Martínez Garbino. Será por ello que las declaraciones beligerantes no cesaron ni siquiera con la veda. Por caso, Busti aseguró a Página/12 que si triunfa “llevaré a la cárcel a (el actual gobernador Sergio) Montiel y Varisco por corruptos”. La fuerza de la declaración hace prever al menos una jornada complicada en este distrito que representa el tres por ciento del padrón electoral del país.
Entre Ríos no es Catamarca y por ahora nadie amenazó con quemar las urnas si el resultado de esta tarde no lo favorece. Sin embargo, hay una especie de sordo rumor de guerra. Las declaraciones de Busti realizadas ayer desde su Concordia natal –unos 300 kilómetros al este de Paraná– abonan esta sensación. Y es que el actual senador nacional salió a desmentir la existencia de causas penales en su contra tal como se consignó en la edición de ayer de este diario.
“No tengo cuentas pendientes con la Justicia. Las denuncias las realizó en su momento quien fuera funcionario de la dictadura Oscar Rovira (ex juez del Proceso y hoy fiscal de Investigaciones Administrativas) y todas fueron archivadas”, indicó con vehemencia desde su teléfono celular. El enojo de Busti no se calmó con esta afirmación y fue un poco más allá: “Ellos (Montiel y Varisco) son los que van a tener problemas con la Justicia. El gobernador deberá responder por los bonos Federal, el hotel Mayorazgo y el avión de la provincia. Varisco, que no es el nuevo radicalismo y que proviene de una familia clientelista que compró votos en la interna partidaria, deberá explicar por qué la intendencia de Paraná tiene una deuda de cien millones de pesos”, dijo casi sin respirar.
Sin embargo, y más allá de las afirmaciones del candidato del PJ, fuentes de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA) aseguraron a este diario que al menos dos causas contra Busti siguen pendientes de resolverse. Una está referida a la utilización de siete millones de pesos o dólares de ATN para la construcción de viviendas en Concordia que recibieron
las gestiones municipales de Busti (1992-1995) y de Juan Carlos Cresto (1995-1999). La otra causa, donde se acusa al legislador nacional por asociación ilícita, se refiere a la construcción del Puerto Ibicuy y representa unos 23,5 millones también en ATN. Es más, en la FIA sostienen que tanto la anterior gestión como gobernador de Busti como la de Montiel le costaron a Entre Ríos la friolera de 160 millones de pesos.
Enterado de las declaraciones de su adversario justicialista, Varisco mantuvo un largo silencio antes de responderle. “Busti está viendo peligrar la elección y desnudó su rostro violento –señaló el todavía intendente de la capital provincial– que se tradujo en el autoatentado (un confuso tiroteo a su automóvil). Además, me sorprende esa amenaza con la cárcel porque él no es un juez sino un candidato a gobernador.” El aspirante radical a reemplazar al devaluado Montiel indicó además que las declaraciones de Busti son propias de “un hombre que presiente la derrota y lamentablemente sus dichos presagian unos comicios violentos”. Esto estimula a Varisco a sostener que hoy los entrerrianos deberán decidir entre dos proyectos: “Reconstruir el Estado y no destruir las economías regionales o elegir por Busti, que destruyó el poder del Estado y construyó un régimen mafioso”.
La última frase de Varisco no contribuye mucho al enrarecido clima electoral que se vive fundamentalmente entre los militantes de los partidos en pugna. Mientras las flamígeras declaraciones se cruzan de vereda a vereda, los entrerrianos vivieron un tórrido pero tranquilo sábado disfrutando del silencio de la campaña electoral. Esto no evitó que durante todo el día de ayer se dejaran caer en la peatonal y en las principales calles volantes de uno y otro lado aunque sin firmas, como para evitar cuestionamientos en la Justicia electoral.
Tanto Busti como Varisco dejaron planteada la duda sobre la transparencia del comicio. El senador nacional recurrió a Gustavo Beliz y Aníbal Fernández, ministros de Justicia y de Interior respectivamente, para solicitarles veedores que ya están en la provincia y ocuparon el tercer piso del hotel Mayorazgo, ese que reestatizó Montiel por 10 millones de pesos-dólares para luego concesionarlo a empresas privadas. Por su parte, el radical teme por la posible reacción del PJ ante una derrota.
Así las cosas, todo indica que el día de hoy se presenta como un complicado comicio, el último del calendario electoral. Busti sostiene que su triunfo será el triunfo de Néstor Kirchner. Similar afirmación realizó Martínez Garbino. Mientras tanto, Varisco reza por- que la gestión de Montiel no se convierta en un verdadero chaleco de plomo y lo deje en el fondo del caudaloso Paraná. De todas formas, sus esperanzas radican en la novedosa elección de las Juntas de Gobierno –los pueblos chicos que no llegan a ser municipios–, donde el radicalismo tiene una fuerte presencia. Ayer, cuando la noche caía en Entre Ríos, el termómetro marcaba 32 grados, una temperatura sensiblemente menor a la que se vive en los comandos de campaña de los contendientes.