SOCIEDAD › PARA LA OMS, NUEVE DE CADA DIEZ FILMS APTOS PARA NIñOS MUESTRAN Y ALIENTAN CONSUMO DE TABACO
En al menos 200 segundos del 99 por ciento de los films para niños y jóvenes se fuman cigarrillos. Denuncian que ese consumo “naturalizado” tiene “valoración positiva”. Piden que los gobiernos clasifiquen esas películas como para adultos.
Nueve de cada diez de las películas aptas para niños y adolescentes producidas en Argentina muestran al menos 200 segundos en los que se consume tabaco. Así lo demuestran los resultados del proyecto Tabaco y Cine en Sudamérica, que analiza la presencia de esta sustancia en películas producidas en la región. El estudio cuenta con el respaldo del nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) “Películas sin tabaco: de la evidencia a la acción”, según el cual los niños que ven consumo de tabaco en las películas son más propensos a volverse fumadores durante la adolescencia. Además, muchas producciones que en Estados Unidos son sólo para adultos, en Argentina y el resto de América latina resultan reclasificadas como aptas para niños. Como medida de prevención, el organismo “hace un llamado a los gobiernos para clasificar como para adultos las películas que muestran el consumo de tabaco”.
El médico James Thrasher, de la Escuela de Salud Publica Arnold y la Universidad de Carolina del Sur, explicó a Página/12 que los contextos de escenificación del tabaco varían, pero que la industria del cigarrillo “tiene tanto poder en la del cine que el consumo es algo que está naturalizado y tiende a una valoración positiva”. Según el nuevo informe de la OMS –tercero en su tipo desde su lanzamiento, en 2009–, las películas que exponen el uso de productos de tabaco han inducido a millones de jóvenes –que constituyen el público predilecto de la publicidad de la industria tabacalera– de todo el mundo a comenzar a fumar.
“La industria tabacalera tiene una historia muy larga de introducir el cigarrillo en el cine como herramienta para mejorar la imagen del producto”, consideró Thrasher. Según el especialista, desde el inicio del cine circulan comunicaciones internas de las industrias tabacaleras que resaltan la necesidad empresarial de poner “tabaco en las películas y en las manos de los jóvenes”.
El especialista explicó que en el informe se estudió a “chicos que nunca habían fumado y se demostró en ellos una mayor tendencia una vez expuestos a estas imágenes cinematográficas. Hay una relación consistente entre la mayor exposición de escenas de fumadores y el aumento del consumo”, expresó Thrasher.
El informe de la OMS demuestra que “uno de cada tres niños no hubiera comenzado a fumar sin la influencia de estas imágenes cinematográficas, que representan un factor poderoso en el momento inicial del consumo de tabaco. Además, está probado que cuando se prohíbe la publicidad de otros tipos, el cine se vuelve un vehículo mayor de inversión para las industrias tabacaleras” agregó el especialista.
La OMS recomienda cinco políticas para terminar con la promoción indirecta del consumo de tabaco en las producciones audiovisuales: exigir la clasificación para adultos de las películas con imágenes de consumo de tabaco; la certificación en los títulos de que los productores no reciben nada de valor por parte de nadie a cambio de usar o exhibir productos de tabaco; acabar con la exposición de marcas de tabaco en las películas y exigir la inclusión de fuertes anuncios contra el tabaco antes de las películas que contienen imágenes de consumo.
Además, el informe recomienda que las producciones que promuevan el consumo de tabaco no sean consideradas para recibir subsidios públicos. Thrasher aclaró que no se trata de “censura ni violación de libertad de expresión sino que se apunta a cuidar al público joven, que es el más propenso a iniciarse en el consumo de tabaco. El enfrentamiento contra el tabaco es una materia de salud pública”, recordó.
Por su parte, Raúl Mejía, del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes), explicó que en el proyecto Tabaco y Cine en Sudamérica se analizaron películas argentinas y mexicanas que figuraron como las cien más vistas entre 2004 y 2012.
El estudio relevó que “el 89 por ciento de las películas en Argentina tienen tabaco. En tanto que en las aptas para niños y adolescentes la sustancia aparece en un 88 por ciento de las producciones frente a una cifra de 50 por ciento en Estados Unidos”. Además, según explicó Mejía, se pueden identificar marcas “en 14 por ciento de las películas argentinas, en tanto que el 99 por ciento de las escenas con tabaco están en películas aptas para niños y adolescentes”.
La conclusión es que “hay mucho tabaco en todas las películas aptas para todo público y está demostrado que gran parte de los fumadores empiezan en su adolescencia. Por ello es central proteger a los más jóvenes”, concluyó Mejía.
El médico Inti Barrientos Gutiérrez es miembro del Instituto Nacional de Salud Pública de México y colaboró con el estudio internacional de cine y tabaco. “Nosotros hicimos un estudio en nueve países donde analizamos 839 películas, de las cuales una parte son de México y Argentina”, explicó. En el estudio, se analiza las películas segundo a segundo y se contabiliza cada vez que aparece el tabaco y en qué medida.
Los resultados indican que los niños latinoamericanos están muy expuestos, “dado que el 88 por ciento de las películas contienen escenas con tabaco. De los nueve países revisados, Argentina ocupa el segundo lugar en aparición de tabaco y ostenta el primer lugar en extensión de escenas con tabaco, con más de 200 segundos por película. En total es el país que más cigarrillos por película muestra. Nueve de cada diez películas para niños representa escenas con tabaco, por lo cual es muy grande la exposición infantil al consumo”.
El investigador expresó que, además, “cuando las películas llegan a Latinoamérica muchas son reclasificadas por lo que aquellas que en Estados Unidos son para adultos, aquí son aptas para todo público” (ver aparte).
Por su parte, el médico José Moya, de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), recordó que “el tabaco es la primera causa de muerte prevenible: son millones las defunciones por consumo de tabaco en el mundo y existen más de 600 millones de fumadores pasivos expuestos a grandes riesgos de salud. Es necesario ratificar en nuestro país el convenio marco para terminar con el consumo de tabaco en los jóvenes”, concluyó Moya.
Informe: María Fernanda Rezzano.
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