Sáb 06.02.2016

SOCIEDAD  › FAMILIARES DE LOS BOMBEROS MUERTOS EN BARRACAS PIDEN JUSTICIA

Dos años de silencio judicial

A 24 meses del incendio en el depósito de Iron Mountain, los familiares de las víctimas y vecinos del lugar realizaron un acto para recordar a sus seres queridos y reclamar justicia. Insistieron en que las pericias demostraron que el siniestro fue provocado.

Familiares, compañeros y vecinos de los ocho bomberos y dos rescatistas muertos en el incendio del depósito de la empresa Iron Mountain en Barracas recordaron a sus seres queridos a dos años del siniestro. Reclamaron justicia y recordaron que no hay ningún imputado en la causa a pesar de que dos pericias determinaron que se trató de un hecho intencional. “Pasaron 24 ‘cincos’ sin novedades. Con la certeza de que fue un acto intencional conocemos que existe al menos un responsable y no vamos a parar hasta que haya justicia”, expresaron los familiares presentes, que se dan cita en el lugar el día cinco de cada mes.

En el acto, Jorge Campos, padre de Sebastián, bombero voluntario del cuartel de Vuelta de Rocha que fue uno de los diez fallecidos, afirmó que “hay desprecio por la vida, aquí hay personas que cerraron los ojos para que Iron Mountain permanezca abierto y beneficie a quién sabe quién”. Campos destacó que “dos años es mucho tiempo para que todavía no sepamos qué pasó. Exigimos que esta justicia se ponga de pie, se saque la venda y nos diga qué pasó”, concluyó.

Lucas Campos –hijo de Jorge y hermano de Sebastián– y su esposa también son bomberos. Desde hace dos años, el día cinco de cada mes asisten con su hijo al lugar del siniestro para recordar a los caídos. “Nosotros queremos justicia porque se trata de diez servidores públicos que de la noche a la mañana quedaron tirados en una vereda sin que nadie pueda o quiera explicar qué pasó ahí”, contó Lucas a Página/12.

“Los familiares que quedamos vivos tenemos la pregunta sobre qué es lo que paso” explicó Lucas. Se trata de un camino “largo y duro hay que armarse como se puede. Muchas veces nos cuesta reunir fuerzas para salir adelante”, confesó. “Yo tengo 33 años, estoy desde los 18 en el oficio, mi hermano hubiera cumplido 36 el 8 de enero pasado y había empezado a los 14. El tenía una nena de 2 años, Sofía, que era todo para él. Como bomberos nosotros estamos siempre al filo de la muerte, somos conscientes del riesgo que corremos de que nuestras familias se queden sin nosotros. El agravante que tiene este caso es la corrupción que existió alrededor del incendio. Un fuego totalmente intencional que se sumó a una terrible negligencia de poner elementos combustibles en estos galpones”, expresó Campos.

“El depósito no podía funcionar, no podía una construcción del 1800 albergar papeles secos. Esto fue intencional y no cabe en la cabeza de nadie que hubiera podido ser un accidente o cortocircuito porque hubo diferentes focos. Además de que no es el primer incendio que tiene esta empresa.”

Iron Mountain registró al menos otros seis incendios en diferentes partes del mundo. Uno de los más importantes ocurrió el 12 de julio de 2006 en Londres; la investigación del departamento de bomberos (London Fire Brigade) concluyó que el fuego fue provocado y que en lugar había serias irregularidades, como la deshabilitación del sistema principal y alternativo de rociadores automáticos. Los otros siniestros ocurrieron en Estados Unidos (tres en Nueva Jersey en 1997), Canadá (uno en Ottawa el 11 de julio de 1996), y en Italia (uno en Aprilia el 4 de noviembre de 2011).

“La idea era ocultar lo que había acá, de hecho en las montañas de escombros vimos que habían papeles de HSBC, Galicia, Coto y otras empresas. No vamos a creer nunca que fue un cortocircuito”, señaló Lucas.

Los familiares cuentan con el apoyo de vecinos de Barracas que fueron testigos del incendio. “Nosotros sufrimos mucho el momento, yo a las 9 de la mañana salía de casa a ver las llamas, que eran altísimas. Los vimos a todos portarse como héroes y tratamos de estar presentes para sus seres queridos”, contó Ema, una de las vecinas. La mujer aseguró que todos saben “qué fue verdaderamente lo que pasó y venimos a pedir justicia por estos chicos”.

En una mañana calurosa y soleada, varios familiares reforzaron el pedido de justicia al tiempo que se abrazaban e intercambiaban palabras de aliento. En medio de los oradores, un padre mantenía en lo alto el casco quemado de su hijo. A pocos metros, varios lloraron en silencio mientras contemplaban el altar ubicado sobre la calle Jovellanos, donde se encuentran las fotos de las diez víctimas y algunas de sus pertenencias, acompañadas por fotografías de los caídos bajo un cartel que los identifica como los Héroes de Barracas.

A las 9.15, luego de que los familiares encendieran una vela para cada uno de los diez fallecidos, las autobombas hicieron sonar sus sirenas en memoria de la hora en la que la pared del depósito se desmoronó sobre Maximiliano Martínez, Sebastián Campos, Leonardo Day, Anahí Garnica, Eduardo Adrián Conesa, Damián Véliz y Juan Matías Monticelli, bomberos de la Policía Federal. En el siniestro también fallecieron Facundo Ambrosi, compañero de Sebastián del Cuartel de Bomberos Voluntarios de Vuelta de Rocha, y Pedro Barícola y José Luis Méndez Araujo, de Defensa Civil porteña.

Informe: María Fernanda Rezzano.

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