El Tribunal Oral en lo Criminal 4 (TOC 4) condenó a cuatro años y tres meses de prisión a un colectivero que atropelló a una mujer y sus dos hijos, en un episodio registrado hace casi seis años en Palermo. El conductor –que manejaba a alta velocidad y discutió por ello con los pasajeros– había decidido desviarse del recorrido habitual y doblar por una calle en lugar de continuar por la avenida. Al hacerlo, provocó la muerte a un niño de 5 años, y gravísimas heridas a su madre y a su hermanita de dos meses.

El 20 de julio de 2010, Cecilia García Otero, junto con sus hijos Facundo, de 5 años, y Eugenia, de dos meses, se dirigía a buscar a su marido a su trabajo. Al cruzar la calle Honduras, en la intersección con la avenida Scalabrini Ortiz, los tres fueron arrollados por el interno 58 de la línea 15, que manejaba Carlos Gustavo Verón, de 35 años.

Según acreditó la investigación, “al llegar a la esquina, y previo a adoptar los recaudos necesarios para cruzar dicha arteria, las víctimas emprendieron su marcha por la senda peatonal”. En ese instante, Verón, quien había detenido la unidad en el segundo carril de la avenida ante la presencia de gran cantidad de tránsito, “decidió en forma antirreglamentaria –no sólo por su ubicación sino también por saber que con su conducta violaba la prioridad de paso de los peatones que cruzaban la calle– doblar sorpresivamente a la derecha, a fin de tomar por Honduras”.

Allí embistió a la madre y sus dos hijos. El nene murió en el acto, García Otero tuvo fractura en una pierna y la cadera, y la beba estuvo internada en terapia intensiva más de dos semanas por fractura de cráneo. Los jueces consideraron a Verón responsable de “homicidio culposo, agravado por haber sido cometido por la conducción imprudente de un vehículo automotor, en concurso ideal con los de lesiones culposas graves también agravadas”.