Una mujer y sus tres hijos fueron tomados de rehenes en Munro durante casi cinco horas por tres hombres que escapaban tras haber intentado, infructuosamente, realizar una “entradera”. La Policía Bonaerense e integrantes del Grupo Halcón llegaron al lugar, vallaron toda la manzana y aconsejaron a los vecinos permanecer en sus casas. Durante las negociaciones con los uniformados, los hombres exigieron que los dejaran escapar hacia una villa del partido de San Martín como condición para liberar a la familia cautiva. Pero finalmente, tras dejar libre a una mujer, se entregaron. El episodio comenzó cerca de las 6.30, cuando tres hombres armados que iban a bordo de un Alfa Romeo gris intentaron robar a otro hombre que sacaba su auto del garaje de su casa, en Tejedor y Malaver. Un vecino vio lo que sucedía y llamó al 911, por lo que dos patrulleros de la comisaría local concurrieron al lugar. Los asaltantes ya habían reducido a un hombre y a su esposa dentro de la casa, donde tenían seleccionados electrodomésticos y otros objetos de valor para llevarse. Al advertir la presencia de los policías, los hombres empezaron a disparar y huyeron por los techos de casas linderas e irrumpieron en otra vivienda cuya dueña –una mujer de 64 años– dormía, al igual que sus tres hijos –de 29, 35 y 39–, cuando los tres hombres en fuga los sorprendieron. Miembros del Grupo Halcón y del Grupo de Apoyo Departamental (GAD), junto a efectivos de comisarías de Vicente López y San Isidro, rodearon la manzana para evitar la fuga de los hombres. Francotiradores policiales se apostaron en distintas terrazas aledañas a la casa donde estaban los rehenes y los vecinos debieron quedar encerrados en sus propios domicilios a pedido de los investigadores, lo que generó escenas de pánico durante el operativo supervisado por la fiscal de Vicente López Oeste, Marcela Semería, quien encabezó un comité de crisis. Una vecina de las víctimas contó que su propia casa se transformó en una especie de base de operaciones y la calificó como “un cuartel”. La mujer explicó que desde su domicilio los efectivos llamaron a los rehenes: “Los ladrones atendieron, dijeron que estaba todo bien y cortaron”. Los hombres exigieron a la policía un auto y que se les permitiera una salida controlada hasta un asentamiento de la localidad bonaerense de Villa Ballester. Más de cuatro horas después del inicio de la toma de rehenes, los delincuentes liberaron a la hija de la dueña de casa. Poco después, un miembro del Grupo Halcón logró que liberaran al resto de las víctimas y se entregaran. Al cabo, toda la familia cautiva resultó ilesa.