En los dos secuestros más resonantes de los últimos días –el del padre de Jorge “Corcho” Rodríguez y el de Daniel de la Fuente, ex presidente de Estudiantes–, la Policía Bonaerense quedó al margen de las investigaciones. En el primero de los casos, la fiscalía interviniente recurrió desde el principio a la Policía Federal; en el segundo, el fiscal, que había empezado a trabajar con la Bonaerense, ayer decidió solicitar el apoyo de la Policía Judicial. En cuanto al secuestro de Ernesto Rodríguez, el secretario de Seguridad de la Nación, Norberto Quantín, señaló que la banda que lo perpetró “es verdaderamente seria en su maldad: tuvo capacidad para hacer inteligencia y la tiene para sostener con frialdad las negociaciones”. El funcionario estimó que esta banda “es una de las que cometen dos o tres secuestros al año” y –en coincidencia con la investigación que Página/12 publicó el sábado– sostuvo que “el hecho de que no se haya recuperado el dinero de los rescates indica que no fueron tocados los ‘capos’” de estas bandas. Los investigadores mantienen cerrado hermetismo en cuanto a las negociaciones por la liberación de Rodríguez. Ayer, una versión sostenía que la negociación ya habría concluido, que el trato se había cerrado en 300 mil dólares y que sólo faltaba que los secuestradores fijaran la oportunidad del pago. El ministro de Justicia, Gustavo Beliz, se comunicó personalmente con Jorge “Corcho” Rodríguez.
“Es probable que la banda que secuestró a Ernesto Rodríguez haya cometido otros secuestros importantes en los que no hubo detenciones o las hubo malas, como en el caso de Pablo Belluscio, donde los detenidos tuvieron que ser liberados después”, sostuvo Quantín, y comentó que “da la impresión de tratarse de una de las bandas verdaderamente serias en su maldad: por los preparativos, por su capacidad de hacer inteligencia sobre la persona a capturar, por su logística, su capacidad de mantener al secuestrado durante el tiempo que sea necesario y para llevar a cabo las negociaciones con toda frialdad.”
Ayer, el fiscal que investiga el secuestro y robo a Daniel de la Fuente decidió convocar a la Policía Judicial (ver recuadro). En cuanto a la investigación por el secuestro de Ernesto Rodríguez, desde el principio estuvo a cargo de la Federal, pese a que el delito se produjo en territorio bonaerense. “Es una decisión del fiscal federal a cargo del caso –explicó Quantín–; él tiene la facultad de actuar con la policía del lugar o bien recurrir a la Policía Federal, que cuenta con una división especializada en este tipo de delitos.”
Quantín citó a este diario al señalar que “como apareció en Página/12 el sábado, la no recuperación del dinero de los rescates quiere decir que los ‘capos’ no fueron tocados. Eso pasó en diversos casos, incluido el de Florencia Macri”, que investigó la Federal. De todos modos, observó Quantín, “en los seis o siete secuestros anteriores al de Macri, la Policía Federal logró esclarecer sin que el rescate llegara a pagarse”.
Rodríguez, de 74 años, fue secuestrado el 23 de diciembre, a las 7.30, cuando iba en su auto por la Autopista del Oeste con su esposa. Los secuestradores solicitaron al comienzo 900 mil dólares, pero luego redujeron su pretensión a 300 mil.
El secuestrado es padre del empresario Jorge “Corcho” Rodríguez, de 41 años, pareja de la animadora Susana Giménez, quien el año pasado fue absuelto por falta de pruebas por apropiación de dinero que los oyentes del programa de Giménez donaban telefónicamente a entidades benéficas.
Si bien hasta el momento no se efectuó denuncia formal del hecho, interviene la fiscalía federal de San Martín a cargo de Jorge Sica, apoyado por la División Delitos Complejos de la Policía Federal y –según fuentes de la investigación– la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). El mismo día del secuestro, el presidente Néstor Kir-chner se comunicó con el gobernador bonaerense, Felipe Solá, para analizar posibles derivaciones, y Norberto Quantín se puso en contacto con el ministro deSeguridad de la provincia, Raúl Rivara. Gustavo Beliz, ministro de Justicia, se contactó personalmente por teléfono con Jorge Rodríguez.
Ayer, fuentes vinculadas con la investigación sostenían que la negociación con los secuestradores habría entrado “en etapa de definición”: sólo faltaría que los captores indicaran la manera de hacerlo efectivo.