La Justicia Federal determinó que tanto Victoria Xipolitakis como los dos pilotos que se encontraban a cargo del vuelo de Austral cuando la vedette “piloteó” el avión, irán a juicio oral. Los tres se encuentran procesados por poner en peligro la seguridad del avión en un vuelo que partió de Buenos Aires y se dirigió a Rosario el 22 de junio del año pasado y podrían recibir una pena de dos a ocho años de prisión.

El juez federal Sergio Torres dio por concluida la instrucción de la causa contra Victoria “Vicky” Xipolitakis: según entendió el magistrado, en el expediente están reunidas pruebas y testimonios suficientes para clausurar la etapa procesal. Ahora, la vedette y los dos pilotos, Patricio Zocchi Molina y Federico Soaje, serán sometidos a juicio oral por el Tribunal Oral Federal 4 (TOF4), integrado por Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Néstor Costabel.

En su requerimiento de enviar la causa a juicio oral, el fiscal federal Claudio Rívolo argumentó que Molina y Soaje pusieron en peligro la seguridad del vuelo AU 2708 al permitirle a la vedette operar el acelerador del avión Embraer 190 durante el despegue, entre otras irregularidades detectadas. “Ambos pilotos mantuvieron conversaciones no esenciales con Xipolitakis y además permitieron que operase el acelerador del avión durante la fase crítica de despegue”, sostuvo.

Además, Rívolo señaló que los videos obtenidos “ratifican de manera certera” que la vedette “operó el acelerador y Soaje (piloto flying) fue quien le dio las indicaciones relativas a ‘cómo y cuándo acelerar’, ‘si había que acelerar más y cuándo ‘soltar’”. Según consideró el fiscal, las filmaciones “también exhiben la preocupación de Zocchi Molina en el video extraído del Iphone de Xipolitakis”, en frases como “esto no va directo (...) a Showmatch, ¿no?”, o “mirá Vicky, yo me voy a hundir pero vos te venís conmigo”.

“No cabe duda que el riesgo de la actividad, en este caso particular, se ha elevado de manera exorbitante por sobre el de riesgo permitido, en perjuicio de la seguridad operacional”, destacó Rívolo. Asimismo, añadió que “la conducta profesional, instruida, practicada y llevada adelante por los pilotos en vuelos anteriores y conforme narran sus legajos, fue para el vuelo AU 2708, completamente incumplida en términos de seguridad por el desprecio a la normativa”.

Durante sus declaraciones indagatorias, ambos pilotos negaron haber puesto en peligro la seguridad de los pasajeros. Zocchi, por su parte, admitió que Xipolitakis hizo “un toque fugaz” en el comando del acelerador de la aeronave, aunque señaló que se trató de un hecho “incapaz de producir cualquier inseguridad” en el marco de las maniobras realizadas en los comandos. En el escrito que presentó a Torres, el piloto remarcó que se trató de un vuelo “de ida y vuelta con normalidad” y sostuvo que, al ver que había una persona “conocida” a bordo –en alusión a la vedette– “la tripulación la saludó y le sacó fotos”.

El hecho trascendió luego de que se diera a conocer un video filmado por Xipolitakis en el que se muestra a la mediática en la cabina “piloteando” el avión como si se tratara de un juego y conversando con los pilotos. De acuerdo con el Código Penal de la Nación, los imputados podrían ser condenados a hasta 8 años de prisión, ya que en su artículo 190 se prevé esa pena para quien “a sabiendas ejecutare cualquier acto que ponga en peligro la seguridad de una nave, construcción flotante o aeronave”.

Luego de que se conociera el material audiovisual, el entonces directivo de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde reveló que Xipolitakis “intentó en otros vuelos tratar de ingresar a la cabina” pero los comandantes no se lo permitieron. “Queremos creer que solamente se trata de la irresponsabilidad de dos pilotos, que se relajaron las extremas medidas de seguridad en vuelo”, sostuvo Recalde que consideró que se trató de un hecho “inédito”.