Una reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas se llevará a cabo desde hoy y hasta el viernes en Nueva York, con el objeto de urgir una respuesta al VIH durante los próximos cinco años y fijar el rumbo para acabar con la epidemia para el año 2030. El enfoque de acción acelerada de la ONU tiene entre sus metas alcanzar para 2020 menos de 500 mil infecciones nuevas y menos de 500 mil muertes relacionadas con el sida. Está previsto que los 193 Estados miembro aprueben una declaración política que inste a terminar con la discriminación relacionada con esta enfermedad. En el plano local, el Ministerio de Salud recordó que el 30 por ciento de los argentinos que tienen VIH lo desconoce.

La cumbre de la ONU que comienza hoy en Estados Unidos en su sede neoyorquina buscará aprobar una estrategia de acción acelerada para reducir exponencialmente la circulación del VIH en 2030. “El presidente de la Asamblea General, Mogens Lykketoft; el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon; y jefes de Estado y de gobierno se unirán a altos funcionarios, representantes de organizaciones internacionales, la sociedad civil y las personas que viven con VIH en la reunión de alto nivel de la Asamblea General de la ONU para poner fin al sida”, destacaron desde el organismo internacional, que sesionará hasta el próximo viernes.

La cumbre insistirá en la “iniciativa 90/90/90”, que busca que en 2020 el 90 por ciento de las personas que viven con VIH conozca el diagnóstico, el 90 por ciento de los diagnosticados acceda al tratamiento antirretroviral y el 90 por ciento de quienes están bajo tratamiento reduzca su carga viral a niveles indetectables.

Según señala el Boletín sobre el VIH Sida del Ministerio de Salud de la Nación, en el país el 30 por ciento de las personas que viven con VIH desconoce el diagnóstico, y sólo el 66 por ciento de las personas elegibles para estar en tratamiento antirretroviral lo recibe. “Hay que preguntarse quién es el ciudadano argentino que, en un contexto favorable que hay en el país, todavía llega tarde al diagnóstico y muere de sida, algo que no debería suceder”, subrayó el director de Onusida para el Cono Sur, Alberto Stella. El especialista afirmó que “la Argentina tiene una excelente capacidad de respuesta porque tiene una buena infraestructura de salud pública, leyes emblemáticas de universalización de los derechos humanos y es pionera tanto en el acceso universal al tratamiento como en impulsar el paradigma de inicio inmediato de la terapia antirretroviral”. Si bien optimista con que en 2030 se dé el final de la epidemia de VIH, “a la luz de lo que indica hoy la ciencia no tenemos posibilidades de erradicarlo”, admitió Stella. “Pero, mientras tanto, podemos reducir las nuevas infecciones a un número perfectamente controlable”, concluyó.