Policías del Grupo Halcón detuvieron en General Rodríguez, tras un tiroteo, a Matías Milatich y Leonardo Mercado, los dos cabecillas de la Banda del Millón que se encontraban prófugos y por cuyos paraderos –o información que permitiera establecerlos– las autoridades ofrecían hasta 300.000 pesos de recompensa. El mes pasado, la “Banda del Millón” asaltó a un gerente de la empresa avícola “Qué Rico” en una sucursal del Banco Provincia, y huyó de la zona con más de un millón de pesos. Sin embargo, sus integrantes se volvieron conocidos por videos que grabaron y compartieron en la web: disfrazados con uniformes de policías y máscaras de monstruos, denunciaron la complicidad de jueces, oficiales y desafiaron a periodistas.

Las detenciones de Matías Milatich, de 28 años, y Leonardo Mercado de 39, se produjeron en el cruce del Acceso Oeste y la Ruta 28, en la localidad de General Rodríguez. Allí, integrantes de la Bonaerense y un comando del Grupo Halcón trataron de interceptar a los prófugos, que viajaban en un Volkswagen Gol verde robado horas antes en Paso del Rey. Al resistirse, los sospechosos iniciaron una balacera –se contabilizaron al menos veinte disparos–, durante la cual resultaron heridos ellos y uno de los integrantes del Grupo Halcón; todos fueron trasladados a un hospital de la zona donde quedaron internados, fuera de peligro.

“Los acusados dispararon hasta que se quedaron sin balas”, informó Javier Cardozo, el jefe policial encargado del operativo en General Rodríguez. El comisario, a su vez, precisó el secuestro de tres pistolas 9 milímetros y confirmó que “con estas detenciones la banda quedó desarticulada”. En conferencia de prensa, Cardozo informó que los dos líderes de la Banda del Millón habían sido “localizados en una casa ubicada en el barrio de General Rodríguez, por personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local”.

Matías Milatich y Leonardo Mercado quedaron a disposición de la fiscal Alejandra Rodríguez, quien comanda la investigación no sólo del asalto millonario al gerente de la firma ganadera “Qué Rico” –cometido el 19 de septiembre–, sino también de otras seis causas penales, en su mayoría robos y entraderas registrados en los barrios de Moreno y General Rodríguez.

Semanas atrás, la fiscal Rodríguez había dispuesto veinte allanamientos en la zona oeste del Conurbano y en aquel procedimiento oficiales de la Bonaerense detuvieron a Roberto “Mono” Sandoval, acusado de quedarse con el botín del asalto al empresario de “Qué Rico”, y a Esteban Ferrero y Cristian Rojas, sospechados de encumbramiento, puesto que de acuerdo con lo establecido por los investigadores eran los encargados de brindar a la “Banda del Millón” los vehículos necesarios para que cometer los asaltos.

Con los arrestos de Matías Milatich y Leonardo Mercado, por quienes el gobierno bonaerense ofrecía recompensas de 300.000 pesos, la Unidad Funciona de Instrucción (UFI) N°9 que dirige la fiscal Alejandra Rodríguez confirmó que son nueve los detenidos por integrar la asociación criminal. Las fuentes señalaron que la banda estaría desarticulada. Además de Sandoval, Ferrero y Rojas, habían sido capturados Miguel Ángel González, Walter Mansilla, Lucas Piris –a quien encontraron $114.600 que, supuestamente, formaban parte del botín– y Yanina Cuesta, pareja de Matías Milatich, que fue imputada por encubrimiento pero ya fue excarcelada.

La “Banda del Millón” se volvió famosa por su uso de las redes sociales: disfrazados con uniformes de policías, munidos de armas y máscaras de monstruos y animales que funcionaban como pasamontañas para ocultar su identidad, los integrantes del grupo registraron dos videos que compartieron por internet. Ambas grabaciones rápidamente se transformaron en virales y fueron reproducidas por los canales de televisión.

En el primero de los videos, Milatich –autoproclamado jefe de la banda– recriminó al secretario judicial Matías Lattaro y al subcomisario Rubén Giménez por haber incumplido una presunta promesa de “zona liberada”. En la segunda filmación, el mismo Milatich acusó a dos periodistas de policiales de “hablar sin fundamentos” y pidió que “el Presidente de la Nación escuche mis reclamos”.