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El padre y la hermana de un joven que falleció en una picada automovilística en la localidad bonaerense de Villa Bosch, hace dos años, habrían pergeñado su venganza: según la Justicia, contrataron a un killer y tras el pago de 15 mil pesos le ordenaron que asesinara a quien consideraron responsable de la muerte del familiar. Ayer, los tres fueron detenidos por la policía tras cuatro allanamientos realizados en la misma localidad de Villa Bosch. Los investigadores sospechan que el crimen está vinculado con la muerte en esa “picada”, aunque no descartan otras motivaciones, entre ellas cierta rivalidad histórica entre las dos familias.
El crimen por el que fueron detenidos Claudia y Alfredo Salomón, y también el presunto asesino a sueldo, ocurrió el 20 de mayo de 2002 en una perfumería de Villa Bosch. En ese lugar –propiedad de la víctima–, fue asesinado Emiliano D’Aversa, a quien los Salomón culpaban por la muerte de Guillermo, hermano e hijo respectivamente. Según los Salomón, todo empezó el 25 de diciembre de 2001, cuando Guillermo, de 18 años, y Emiliano D’Aversa corrieron una picada en ruta 201 y Márquez, de El Palomar.
Durante la competencia hubo un accidente en el que murió Salomón, por lo que se inició un sumario caratulado homicidio culposo en la comisaría sexta de El Palomar. Pero en mayo de 2002, D’Aversa fue encontrado en su propia perfumería, con seis balazos distribuidos a lo largo y ancho de su cuerpo. En un primer momento los investigadores tomaron como cierto que el móvil había sido un asalto y como resultado D’Aversa fue cosido a balazos.
Pero a partir de ciertas incongruencias (seis disparos no es común en un asalto) y otros datos (como una conocida rivalidad entre ambas familias), otra hipótesis comenzó a tomar fuerza entre los sabuesos: un asesinato por encargo. Se ordenó la intervención de 36 líneas telefónicas de familiares y amigos. Durante un año y medio se grabaron conversaciones. Con esas evidencias, que luego comprobó la fiscalía 8 de San Martín, los investigadores lograron establecer la presunta motivación del asesinato.
Así se concluyó que Alfredo Salomón y su hija Claudia podían ser imputados por la instigación del crimen de D’Aversa. Del análisis de las escuchas y del aporte de testigos con identidad reservada, los investigadores determinaron, además, que padre e hija habrían contratado a un sicario. Según determinaron los pesquisas, se trataría de un killer de 22 años. Por el trabajito sostienen que habrían desembolsado la suma de 15 mil pesos. Ayer, el trío fue detenido.
Ahora, papá Salomón, hermana Claudia y killer fueron detenidos, serán indagados y el fiscal deberá decidir la situación procesal del trío y definir la participación de cada uno.