SOCIEDAD
› DEROGAN UNA ABSURDA NORMA EN EL PENAL DE CORONDA
Presos a cargo de su seguridad
› Por Horacio Cecchi
La cárcel de Coronda, que hace 15 días fue escenario de una masacre de dudoso origen, ayer volvió a provocar desconcierto. Esta vez la sorpresa se refirió a la responsabilidad sobre los internos. Más sencillamente, en la unidad 1 de Coronda, cuando un interno es trasladado de un pabellón a otro, debe firmar un formulario en el que se señala que en su nuevo destino será él quien se haga cargo de su integridad física. La curiosa norma, denunciada a la Coordinadora de Trabajo Carcelario (CTC) el viernes pasado, fue anulada ayer por la intervención a la cárcel. Según aseguraron a Página/12 fuentes gubernamentales, la exigencia “no tiene ninguna validez, venía siendo usada hace muchos años y pasó desapercibida”.
Este diario recibió un ejemplar de la norma. Se trata de una hoja escrita a máquina, con espacios punteados para completar. Para el caso, manuscrito sobre un punteado dice “11.42 del 18 de abril, del año dos mil cinco”; luego agrega que “constituye despacho en la jefatura de Vigilancia”. Aduce órdenes del “alcaide mayor Benegas Manuel” y luego da la palabra al preso. “Expresa: Sí señor, presto mi conformidad para habitar el régimen del Pabellón Nº 8 ya que no tengo problemas de convivencia con ningún interno de los que allí habitan, haciéndome cargo de mi integridad física”. Después, el preso estampa su firma, que obviamente viene garantizada.
El viernes pasado fueron unos cuantos los internos que hicieron llegar a la CTC el formulario y la pregunta “¿y con esto qué hacemos?”. La respuesta, indefectible, fue sugerir no firmar. “No tiene el menor asidero jurídico –sostuvo Antonio Tesolini, de CTC–. Es una forma de lavarse las manos, de quitarse responsabilidades de parte del Servicio Penitenciario.”
Según confiaron fuentes gubernamentales a este diario, “es un formulario muy viejo, de hace muchos años. Se seguía usando por costumbre, pero para afuera nadie lo sabía porque no se le daba la menor importancia. Hoy mismo (por ayer), el interventor de Coronda, Jorge Bortolozzi, ordenó que se anulara y no se volviera a usar”.
A partir de ahora, la seguridad de los presos de Coronda volverá a depender de la dudosa eficiencia de los penitenciarios. Es que aún no está claro el origen de la matanza del 12 de abril pasado. Los presos del pabellón 11 –uno de los lugares donde se produjo la masacre– estaban encerrados en horario de recreo. Las puertas se abren con llaves, pasadores y una barra activada desde la guardia, que traba los pasadores. En la guardia, además, estaban los listados con los nombres y las celdas. ¿Por qué los guardias, antes de huir, abrieron los pasadores, abandonaron las llaves y los listados?