SOCIEDAD › PROTESTA EN UNA ESCUELA INVADIDA POR ROEDORES
Para no hacerse la rata
Durante unas horas, el Normal Nº 1 fue tomado por tres mil alumnos que reclamaron por la presencia de roedores. Las autoridades ordenaron el cierre de la escuela para desinfectar las aulas.
Según los alumnos del Normal Nº 1, de Barrio Norte, “un chico de jardín de infantes se agarró sarna de rata, una chica de 17 años fue al baño y vio una rata y estuvo 20 días sin venir a clase, a otra chica se le cayó una rata en la cabeza”. Los roedores estuvieron ayer en boca de los 3 mil chicos que concurren a la escuela declarada Monumento Histórico Nacional, que en realidad es “un nido de ratas”, en sus palabras. Acompañados de padres, hicieron una sentada sobre la avenida Córdoba en reclamo de soluciones. Pedían al gobierno porteño que se pusiera “media pila” para que sus horas de estudio no representaran un foco de enfermedades. Fueron escuchados: hasta mañana no tendrán clases, mientras hoy se realizará una “desratización” intensiva. Los chicos dicen que si ven otro de estos animalitos de mala fama “volvemos a tomar la escuela”.
“No ratas”, era la aspiración de los alumnos escrita en las paredes en las que decía “prohibido fijar carteles”. El problema en la escuela fundada en 1874 comenzó este año. Mientras desde el gobierno porteño atribuyen la plaga a las obras edilicias que se desarrollan en el jardín de infantes, los padres aseguraron que “la presencia de ratas se debe a que hay un depósito con material de rezago”, que fomenta su estadía. Los alumnos, por su parte, denunciaron ante las cámaras el tráfico de roedores por aulas, patios, pasillos y baños. Y afirmaron que encontraron “excrementos de ratas en el comedor de la primaria”.
En el Normal Nº 1 funcionan una escuela primaria, un jardín de infantes, el Comercial Nº 10 y el Liceo Nº 4. Ocupa una manzana delimitada por Córdoba, Ayacucho, Paraguay y Riobamba. La directora de Educación Superior porteña, Graciela Morgade, explicó a Página/12 que durante una inspección la semana pasada “se encontró una rata muerta. Entonces se pidió el servicio de desratización”, que se cumplió el sábado. Según los padres de los alumnos, esta eliminación de roedores “no fue efectiva, porque no pudo ser completa”, ya que no se hizo en la parte del liceo ni del comercial a causa de que “los agentes de la Dirección Ambiental no tenían las llaves”.
Morgade reconoció que son certeras las razones de padres y chicos, pero “teníamos la intención de continuar la limpieza en el transcurso de esta semana”. Aunque en la mañana de ayer, “viendo el clima institucional, y para tranquilidad de todos, decidimos suspender las clases hasta terminar la desratización”, informó. Para la funcionaria, los roedores pulularían en “altillos con materiales en desuso, como máquinas de escribir o bancos que tendrían que estar en un museo”, y consideró que los escombros de la obra encarada en el jardín de infantes son muy convocantes para las ratas. Osvaldo García Moure, presidente de la cooperadora de la escuela y padre de un alumno, sostuvo que “esta escuela es un nido de ratas, no de ahora, sino desde hace años, y nadie la mantiene, nadie gasta un peso en este edificio”. Y advirtió que posee “fotos de las ratas”.
Ana, de 13, y Victoria, de 15 años, dijeron en la puerta de la escuela que “mañana (por hoy) vamos a estar todos acá a las 8.30 porque van a empezar a desinfectar. Queremos que hagan lo que tendrían que haber hecho”. Micaela, otra alumna, dijo que “es una imprudencia muy grande que haya ratas, porque transmiten muchas enfermedades”. En la puerta del Liceo Nº 4, los alumnos pegaron un afiche con un análisis de situación: “No hay clases hasta el ‘miércoles’... Por la mugre hay ¡¡ratas!!”.
Informe: Sebastián Ochoa.