SOCIEDAD
Nones al arzobispado
“A llorar a otra iglesia” es la frase porteña que podría haber utilizado Benedicto XVI para rechazar –tal como lo hizo ayer el Vaticano– el plan de salvataje que la arquidiócesis de Boston, Estados Unidos, diseñó para afrontar la crisis financiera en la que entró a causa de los abusos sexuales de sacerdotes, en 2002. Ayer, a través de un comunicado, la Santa Sede negó su indulgencia al arzobispo de Boston, Sean O’Malley, y a su iglesia cuando le comunicó que “no puede apropiarse de los bienes financieros de las parroquias”, tal como lo había previsto para superar los gastos jurídicos devenidos de las demandas por abuso deshonesto.