La joven paraguaya que convivía con el asesinado comisario Oscar Beauvais fue detectada ayer por la Dirección de Investigaciones de La Matanza tras varias semanas en que el fiscal Guillermo Morlacchi y los investigadores policiales la dieran por fugada. El fiscal ordenó la demora de Liliana Acosta y dio instrucciones para que se le tomara declaración testimonial, pero en momentos en que se iniciaba ese trámite, la joven –con un embarazo avanzado– tuvo contracciones y fue llevada a un hospital. En diálogo con este diario, los investigadores del caso Beauvais exhibieron su preocupación por la desaparición de Acosta, a quien consignan como una de las principales sospechosas del caso. Además, según los investigadores, el motivo del asesinato fue quedarse con una suma elevada de dinero del comisario y esa plata, presuntamente, provenía de operaciones de tráfico de marihuana.
Tal como señaló ayer Página/12, en la fiscalía de Lomas de Zamora y en la Dirección de Investigaciones se pensaba que Acosta se había ido a su país, Paraguay, y con ella una serie de allegados a los que se considera sospechosos de tener relación con el crimen del comisario. La mujer había dejado de vivir en el departamento que compartía con Beauvais y su entorno también cambió de domicilio. El fiscal adjudicaba la huida a una filtración del periodismo. Y los hombres de León Arslanian, que ya habían advertido de la necesidad de allanar varios domicilios, también anticiparon que la mujer podría hacer una gambeta a la Justicia.
Contradiciendo estos diagnósticos, Acosta volvió a su domicilio ayer y el fiscal ordenó que fuera demorada y trasladada a la Dirección de Investigaciones de La Matanza, en San Justo. Allí se le iba a tomar declaración cuando empezaron las contracciones.
Según los investigadores de la Bonaerense, una de las parejas de Beauvais –y Acosta es la que está más en la mira– actuó como una especie de entregadora. Se cree que el comisario pasó un fin de semana largo con una mujer que le prepararon como anzuelo y al final de la escapada los cómplices lo encañonaron exigiéndole dinero. Para pagar el supuesto rescate le habría dado la clave de una caja de seguridad a una de sus parejas. Esta se quedó con el dinero, que ascendería a 400.000 pesos, y luego los secuaces de la entregadora asesinaron a Beauvais. Debe recordarse que al comisario le encontraron más de 300.000 dólares en cajas de seguridad, pero se desconoce cuánto tenía en otras cajas y en otros lugares. En la caja que estaba en casa de Acosta se encontró muy poco dinero y apenas un par de ravioles de cocaína, por lo que existe la sospecha de que de allí desapareció una cifra considerable.
El origen de las exorbitantes cantidades que poseía Beauvais no está claro, pero los investigadores de Arslanian manejan la hipótesis de que la plata proviene de cargamentos de marihuana traídos desde Paraguay. En La Plata insisten en que el fiscal se mueve con demasiada lentitud e ineficiencia y que se les retacean las órdenes de allanamiento. El fiscal, por su parte, afirma que no le traen pruebas contundentes.