“Somos una empresa dinámica que mantiene siempre encendido un claro espíritu de búsqueda, innovación y superación.” Así comenzaba el texto del folleto de Edesur incluido en la última facturación de 1998, un mes y medio antes del inolvidable gran apagón que afectó a media ciudad. Ayer, nuevamente, la empresa estuvo en la noticia. Aquí los episodios de la historia negra de Edesur:
- En la lluviosa noche del 20 de diciembre de 1994 el ingeniero Fernando Gotfryd, de 41 años, murió electrocutado al caer a un pozo de dos metros que habían abierto obreros de Edesur y de una de sus contratistas, MerPac, en Billinghurst y Córdoba. La zanja, que formaba parte de un tendido nuevo que Edesur realizaba en la zona con cables de entre 220 y 380 voltios, no estaba señalizada ni protegida, por lo que Gotfryd no pudo verla. Su cuerpo fue encontrado 12 horas después. En marzo de 2000, tras comprobarse la actitud negligente, el Juzgado Civil Nº 55 a cargo del juez Felipe Erhlich Moreno condenó a la Edesur, MerPac y sus aseguradoras a pagar una indemnización de 1.252.000 pesos.
- El 15 de febrero de 1999 se inició el corte de electricidad que por 11 días dejó a cientos de miles de porteños en las sombras. Entre los más afectados estuvieron los dueños de comercios de comida, que debieron tirar su mercadería. Los daños fueron estimados en 900 millones, aunque para la empresa el costo fue menor: unos 95 millones de dólares, de los cuales 70 fueron a parar a los bolsillos de 123.729 clientes en concepto de bonificaciones y resarcimientos.
- El 8 de julio de 1999, Nicolás Oviedo, de 14 años, murió después de recibir una descarga de 13.200 voltios que lo fulminó. El accidente tuvo lugar cerca del mediodía cuando el chico quiso recuperar una moneda de un peso que se le había caído por el respiradero de una cámara de Edesur, ubicada frente a su colegio, el Luis Huergo de la Capital Federal. Nicolás abrió la tapa enrejada –cerrada sin candado– y bajó por una escalera. Pero al rozar el transformador recibió una descarga y cayó electrocutado. Un año y medio después, el juez en lo correccional Omar Facciuto responsabilizó del hecho a la empresa y procesó por “homicidio culposo” a Estanislao Vidic, jefe de mantenimiento de Edesur y trabó embargo sobre sus bienes por 300 mil pesos.