Desde Villa Gesell

Hace un par de noches, el intendente Jorge Rodríguez Erneta, acompañado por algunos funcionarios, hizo una recorrida que comenzó en la avenida 3 y el paseo 106. De acuerdo con lo publicado por los medios locales, el jefe comunal estaba “preocupado por los disturbios que se suceden en la vía pública a la salida de los boliches”. Rodríguez Erneta se reunió con los dueños de algunos kioscos y pancherías para que, de ser posible, cierren sus puertas durante la madrugada. Un pedido bastante difícil de cumplir para los comerciantes, porque esa multitud que sale de bailar es la que les deja las mayores ganancias.

Luego de la recomendación del intendente, se observó el cierre de algunos negocios, pero otros siguieron con sus puertas abiertas. “Nosotros vendemos panchos, no vendemos ni droga ni alcohol”, dicen que le aclaró a Rodríguez Erneta uno de los comerciantes. En Gesell, como en otros lugares de la costa, se realizan también controles de alcoholemia entre automovilistas.

Cada fin de semana, sobre un centenar de operativos, se comprueba un diez por ciento de casos “positivos”, con conductores que tienen más de 0,5 gramos de alcohol en sangre.