El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, admitió ayer que en la ciudad de Buenos Aires hay “más de 300.000 personas con problemas de vivienda”, pero hizo mutis a la hora de opinar sobre el violento desalojo ocurrido ayer por la mañana en un centro comunitario, en el barrio de Almagro. “El tema vivienda es una problemática grave”, admitió Macri durante una conferencia de prensa que ofreció en la sede del Ejecutivo, al retomar su actividad de gobierno, tras varios días de vacaciones en Europa. Aunque siempre elude referirse al tema del déficit habitacional, esta vez reconoció que hay más de 300.000 personas con problemas serios de vivienda. Cuando se lo consultó acerca del desalojo en Medrano y Sarmiento, evitó dar una opinión sobre la medida en sí misma. Sólo comentó que “hay que tratar de escaparles a episodios de violencia” como el vivido.