“Gas is good” es el lema de la estatal Copenhague Energy, que consigna uno de los stands de la plaza céntrica, en cuyo confortable interior climatizado un cocinero explica desde un plasma las bondades de usarlo. En el carro vecino se ofrece comida orgánica cuyos residuos se utilizan luego para producir biogás, modelo de reciclaje. Cerquita, otro ofrece las 101 soluciones verdes entre las que se encuentra la milagrosa generación de un bosque en el desierto africano. Y en la misma plaza, muy próxima al pintoresco parque Tívoli, está el árbol de Navidad cuyas lámparas se encienden con el impulso de las bicicletas de alrededor. Otro mensaje de todo lo que es posible hacer sin quemar contaminantes combustibles fósiles, en este caso, pero eso sí, sponsoreado por Siemmens y Osram, que vieron la veta del marketing verde.