Entre las pruebas se cita el resultado de los peritajes psiquiátricos realizados a los tres imputados principales. Los estudios señalaron que Gustavo Lasi, guía turístico ocasional y ex empleado público, tiene “una personalidad psicópata, un doble discurso, doble moral, además de ser frío, manipulador, de discurso y lenguaje perversos”. El albañil Daniel Octavio Vilte fue definido como “psicópata con antecedentes de alcoholismo en su familia y adicción al ‘paco’”, mientras que del puestero Santos Vera se dijo que es una persona que “no habla espontáneamente, piensa cada una de las palabras que emite, tiene doble discurso y doble moral”.

Vilte es el único de los tres imputados cuyo ADN no pudo ser configurado con las muestras genéticas encontradas en los cuerpos de las víctimas. Sobre él pesa que haya dicho que el 15 de julio, en el horario en que ocurrió el crimen, estaba viendo TV con su mujer. La esposa, al declarar como testigo, no corroboró sus dichos. Por otro lado, Vilte quiso vender en 500 pesos un revólver calibre 22 con el que se dispararon algunas balas que estaban bajo el cuerpo de una de las víctimas.

Vera es un trabajador rural y baqueano que colaboró con la policía en la búsqueda de elementos de prueba para la misma causa en la que hoy está preso. Un periodista que cubrió el caso fue acompañado por Vera hasta el lugar del crimen. Le llamó la atención que, en un momento dado, el baqueano se quedara mudo, como shockeado, cuando llegaban a El Mirador.