SOCIEDAD
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El poder y la hinchada
› Por Raúl Kollmann
La investigación del caso García Belsunce tiene gravísimos puntos oscuros.
- El juez le había dicho al fiscal en un fallo anterior que debía recoger más pruebas y que, por ejemplo, había que avanzar en el motivo del crimen. En el fallo de ayer ni en la investigación existe un solo dato o hipótesis de por qué mataron a María Marta y, en particular, por qué su marido la habría matado. No se acredita ni un motivo económico ni peleas previas ni se constató la versión que la policía lanzó en los primeros días –y de la que algunos periodistas lamentablemente nos hicimos eco– de que María Marta era lesbiana y la había matado otra mujer.
- El juez le había dicho al fiscal: “Las pruebas que hay en el expediente son insuficientes, trabaje y busque más”. Las evidencias que se reflejan en el fallo son, sin embargo, casi las mismas.
- El juez le había dicho al fiscal que siguiera otras pistas que aparecen en el expediente. Entre ellas, la que apunta a varios vigiladores y a un vecino como integrantes de un grupo que robaba en el country los domingos por la tarde, cuando no hay personal doméstico. La hipótesis es que María Marta llegó a la casa porque terminó antes su partido tenis, los habría encontrado robando y la mataron. Pese a que los investigadores reconocen que hay innumerables pruebas en ese sentido, se prefiere decir judicialmente que existe un solo sospechoso, Carrascosa, y se tapa la inmensa duda sobre la verdad de lo ocurrido.
- En el fallo de ayer se convalidó –como un punto central– la conclusión de una pericia que está seriamente cuestionada. Se dice que había pegamento en un punto de la cabeza de MM. La mayoría de los peritos y hasta uno de los médicos que hizo la autopsia están en desacuerdo con esa conclusión.
- No se esperó ni se aceleró la realización de las pruebas de ADN –llevan cuatro meses de demora– que hubieran dado algún elemento más para cualquier acusación. Si como sugiere el juez, Carrascosa mató a su esposa con la ayuda de un coautor, el ADN iba a determinar si alguien de su familia fue su cómplice o no. Y, en caso contrario, tal vez el ADN servía para profundizar, de una vez por todas, en la pista de la banda de ladrones.
Carlos Carrascosa es el principal sospechoso, en esencia porque fue el primero que llegó a la escena del crimen e instaló la idea del accidente. Pero las evidencias en su contra no son categóricas y existen pruebas de envergadura contra otros. Por lo que se ve en el expediente, no es descabellado que el viudo no haya sido el que mató a su mujer y que los culpables hayan sido otros. Pero en lugar de investigar, acá se intentan tapar los puntos oscuros de la pesquisa y se trata de conseguir más poder y presupuesto jugando para el aplauso de la hinchada.
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